Las mediciones de manufacturas de Alemania y de la Eurozona han presentado en la fecha sus peores mediciones desde marzo y febrero de 2009 respectivamente, de acuerdo a la encuesta de Markit. Tratándose de la primera potencia del viejo continente, las cifras de Alemania eran esperadas ansiosamente por los operadores, que descontaban una fuerte baja, aunque la caída superó las expectativas.
El índice, que mide el desarrollo del sector de manufacturas y que necesita estar por encima de los 50 puntos para marcar expansión, muestra que la economía germana, basada sobre todo en la industria y no tanto en los servicios, está atravesando una crisis muy profunda aunque no repentina. Desde febrero de 2019 el índice queda debajo de dicha marca, y había presentado signos de fuerte recuperación en los últimos meses, hasta que explotó la actual crisis sanitaria.
La medición de la Eurozona tiene una curva similar: ya desde inicio del año pasado se había ubicado en niveles menores a los 50 puntos, y pese a la recuperación que presentó en los últimos meses, la baja de abril (se mide dentro del mes en curso, y por eso es una encuesta denominada “flash” o “preliminar”) desbarató cualquier intento de situarse en sector de expansión.
El euro cedió de inmediato ante la publicación de estos informes, aunque ya desde el miércoles dio señales de debilidad. Ya se ubica en sus mínimos desde el día 6 de abril, apenas por encima de 1.0780, y su tendencia es bajista para el resto del día.
La cumbre de líderes europeos, que está teniendo lugar en estos momentos, no aportará demasiado. Los encuentros entre los primeros ministros, en este caso por video conferencia, son frecuentes, como también lo son los de los ministros de finanzas de la Unión Europea. Lo que suele suceder, y no hay motivos para pensar algo diferente esta vez, es que después de acaloradas discusiones sin acuerdo alguno, es que la única líder a la altura de los tiempos que corren, Angela Merkel, termina decidiendo. Una pérdida de tiempo habitual en el bloque.
También en Reino Unido cayó la medición de manufacturas, y bastante por debajo de lo esperado. La crisis también está pegando en las islas británicas, aunque la libra esterlina cae moderadamente, y su tendencia bajista no obedece tanto a este dato, sino que se viene manifestando desde hace varios días. El quiebre de 1.2310 podría llevar a la divisa británica a la zona de 1.2245, el mínimo del martes.
Casi en silencio, la onza de oro se encamina a sus máximos del año. Acaba de superar los 1720 dólares, firme resistencia, y su próximo objetivo se ubica en 1737, sobre el cual ya aparecerá muy cerca la marca más alta de este mes, en 1747 dólares, nivel que además no tocaba desde noviembre de 2012.
En tanto, el petróleo logra estabilizarse en marcas muy bajas, cercanas a los 10 dólares por barriil WTI, pero lejos de las cifras negativas, históricas, que alcanzó el lunes, ante los vencimientos de los contratos de futuro del mes de mayo.
Las bolsas europeas, por su parte, operan con pocos cambios en la sesión del jueves, y los futuros de los índices de Nueva York se perfilan al alza, aunque sin definir una tendencia clara. La publicación del PMI preliminar de manufacturas y de servicios de Estados Unidos, también a cargo de Markit, y sobre los cuales se esperan también mediciones muy preocupantes, será el dato a seguir en la sesión americana, a las 10:45 del este. También se conocerán las ventas de viviendas nuevas, una cifra que hasta hace poco no era atendida, y que a partir de ahora, como todos los datos vinculados a la construcción, será clave para descifrar una futura recuperación de la economía más grande del mundo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College