El barril de petróleo (WTI) cayó a su mínimo nivel desde 1999 en las primeras horas del lunes, barriendo la zona de 15 dólares (cotiza ahora mismo a 14.30 dólares), y apuntando a la baja para el resto del día.
La nueva baja del petróleo viene de la mano de dos factores: el primero, la falta de demanda a nivel global, con la industria aeronáutica paralizada, la industria prácticamente sin movimientos, y el consumo de combustible en bajísimos niveles; el segundo, la limitada capacidad de almacenamiento de crudo, con los buques ya repletos, y con la perspectiva que desde junio no haya posibilidades de guardarlo, lo cual podría generar un colapso del sector.
El acuerdo al que llegaron las potencias petroleras dos semanas atrás para reducir la producción en un 10% diario no parece ser suficiente para frenar la caída del precio, aunque la reducción efectivamente tomará lugar desde el 1 de mayo.
Técnicamente, el gráfico diario presenta una muy marcada sobre venta, con un 26% de demanda frente a un 74% de oferta. Entre el 9 y el 18 de marzo la demanda había llegado al 17%, luego del desplome producido por la falta de acuerdo entre Rusia y Arabia Saudita del día 6 del mes pasado, que dio lugar a la actual caída. Seguramente, antes de enfrentarse como lo han hecho en esa oportunidad, tratarán de acordar y evitar el desenlace actual.
Las divisas principales iniciaron el día al alza. Tanto el euro, como la libra esterlina, el yen y el franco suizo le ganan la contienda diaria al dólar, con movimientos suaves, pero que dejan el claro que la moneda estadounidense no ha podido conservar su alza de la última semana.
La ausencia de noticias macroeconómicas impide que los precios se disparen, en momentos en que la atención de los operadores se centra en el avance de la actual crisis sanitaria. Dado que la misma da por momentos algunas muestras de ceder en algunos países muy afectados, se generan expectativas en cuanto a una recuperación de la economía global, pese a que el piso aún no se ha encontrado.
Europa tendrá una muestra de ello esta misma semana, cuando se conozcan en Alemania los datos de manufacturas de marzo, que seguramente ofrecerán cifras decepcionantes. Este informe suele ser el más importante del viejo continente, y el euro puede perder vuelo al momento de su publicación. Falta mucho aún, y aún hay que ver como llegará la moneda única a dicha instancia.
Las bolsas asiáticas cerraron con escasos cambios, y las europeas operan de la misma forma. En tanto, los futuros de los índices de Nueva York se mueven con un tono bajista muy ligero, sin definir una tendencia clara para el resto del día.
Por su parte, la onza de oro ha cedido posiciones en las primeras horas de la sesión, llegando a 1670 dólares. El metal precioso había tocado 1747 dólares en su máximo de varios años la semana anterior, y si bien mantiene una tendencia alcista de mediano plazo, en el gráfico de 4 horas se presenta algo más débil. La superación de 1690 dólares podría darle un nuevo impulso alcista al oro en las próximas horas.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
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