En apenas tres meses se han retirado casi $ 100 mil millones de acciones y bonos de mercados emergentes, una cantidad sin precedentes, que preocupa a los analistas por el futuro de muchas naciones en desarrollo: datos de IIF (vía @SoberLook)
Es la gran bomba, que ha explotado y a la que muy pocos han prestado atención. El COVID-19, con su efecto devastador, más que las peores de las plagas, ocupa y preocupa a todos los estamentos. A individuos, familias, empresarios, Estados, Economía y Política. Los sabios no se ponen de acuerdo a la hora de valorar la forma que adoptará la recuperación, que llegará. Se descarta, en estos momentos, la figura en V. También, la U. Unos hablan de la forma Nike y, otro, en modo carretilla. Hay coincidencia en que habrá muchos muertos, no solo personas, y negocios, que por el control de sus reservas y esfuerzos del pasado, saldrán adelante», me dice el analista jefe de un banco de inversión, que añade:
- «No va a ser una recuperación global, como no lo ha sido la derivada de la Gran Crisis de 2008. En un mismo país, en una misma comunidad, ciudad, pueblo o centro comercial, unos crecerán mucho y otros, no podrán levantarse…»
- «En medio de tanta abundancia informativa, muy exagerada y con sobre reacciones constantes, hay asuntos que pasamos por alto, sin apercibirnos de la gravedad de los mismos. Por ejemplo, el nuevo hundimiento de los países emergentes, que tanto aportan en esta globalización que descarrila…»
- «La estructura histórica de estas economías la hacen muy dependientes del dinero exterior. No solo no acude, sino que huye en masa. Los efectos son muy graves en sus propios entramados económicos, sociales, empresariales y económicos. También, en los efectos colaterales para multitud de multinacionales, que tienen negocios en las diferentes áreas emergentes, con importantes cifras en sus balances…»
- «Brasil, México, Chile, China, Turquía, Perú y algunas otros de menor peso, tienen un influencia próxima al 25 % en los principales valores del Ibex. Otra cuestión es el baile de las divisas de referencia, aunque la mayor parte de las compañías con intereses en esas zonas ya aprendió de crisis anteriores y, generalmente, tienen esta variable, tan peligrosa, cubierta…»
Mar Revuelta
La Carta de la Bolsa