El gráfico de abajo muestra que las acciones que pagan grandes dividendos no han estado tan baratas desde 1980. Y aquí estamos: la Bolsa española se caracteriza desde hace años por disponer de un amplio conjunto de empresas cotizadas con altas tasas de rentabilidad por dividendo. Un indudable atractivo de las empresas cotizadas españolas que ha sido muy bien valorado por los inversores extranjeros. En el último decenio la Bolsa española ha sido líder internacional entre las Bolsas desarrolladas en este capítulo de rentabilidad tan importante para los inversores prácticamente todos los años con un importe promedio del 4 % por ejercicio, usando datos mensuales del Bluebook mensual para mercados desarrollados que edita en España MSCI. Ahora todo ha cambiado: han comenzado los bancos educiendo dividendos y otras grandes, salvo Telefónica, advirtiendo de que revisarán sus políticas de dividendos. Una pésima noticia para el mercado español. Una más.
Según Citigroup, en el conjunto de 2020 los dividendos en Europa podrían desplomarse un 50%, más que en la crisis financiera. La situación inédita creada por el coronavirus, con el parón repentino de la actividad en gran parte de las principales economías mundiales, ha provocado oscilaciones históricas en los mercados financieros, más propias de uno o varios ejercicios completos que de semanas.
La crisis desatada por sorpresa ha hecho añicos todas las previsiones que barajaba el mercado. Prueba de ello que es de una esperada reactivación de la economía mundial en 2020 se ha pasado a pronósticos que elevan hasta el 20% la contracción prevista para el segundo trimestre del año.
Los datos recabados para la Bolsa española demuestran el extraordinario efecto protector que ha ejercido los dividendos sobre la rentabilidad de una inversión en acciones cotizadas a largo plazo y, además, cumplen con las conclusiones de algunas investigaciones recientes que señalan que las empresas que reparten más dividendos tienden a registrar un mejor comportamiento de sus cotizaciones con una variabilidad menor, independientemente de su tamaño y el sector en el que operen.
También, el dividendo tradicional no solo vuelve a ser relevante en los últimos años, sino que ha pasado incluso a ser exaltado como una alternativa segura de rentabilidad, superior a la de la renta fija en un contexto de acusado descenso de los tipos de interés que aún permanece de alguna manera en Europa. En el caso de España, el rendimiento extra conseguido vía dividendos tiene especial significación si tenemos en cuenta que el correspondiente a los Bonos a 10 años (considerado tipo de interés español sin riesgo de referencia) hace ya cinco años que no alcanza el 2% y en todo ese tiempo solo la rentabilidad por dividendo promedio de la Bolsa ha sido cercana al 4,5%, han escrito Domingo J. García Coto Director del Servicio de Estudios de Bolsas y Mercados Españoles (BME) y Javier Garrido Domingo Subdirector del Servicio de Estudios. Bolsas y Mercados Españoles (BME).
La crisis provocada por la pandemia del coronavirus Covid-19 amenaza con que no se abonen el 60% de los dividendos en todo el mundo por su exposición al ciclo económico, según ha alertado la gestora Janus Henderson en un informe publicado este martes.
Para la firma, el otro 40% está situado en posiciones más defensivas, por lo que sus pagos de dividendos «deberían ser más resilientes pese al entorno desafiante». Los sectores que se enmarcarían en este segmento serían el energético, el de telecomunicaciones, el sanitario y el de productos de consumo.
«Dadas las presiones sobre los ingresos, los flujos de caja y los beneficios, una serie de compañías ya han anunciado que suspenderán los pagos de dividendo este año y esperamos que más firmas las sigan», ha indicado la directora de inversiones del área de renta variable de Janus Henderson, Jane Shoemake.
Mar Revuelta
La Carta de la Bolsa