El rally o rebote técnico de las bolsas continúa en vigor y ganando fuerza, recuperando buena parte de las perdidas ocasionadas en el desplome con origen en los máximos del pasado 20 de febrero, sólo cuatro semanas de duración y caídas superiores al 30% en la gran mayoría de índices bursátiles cotizados.
Después de varios meses de mercados intervenidos al máximo y la volatilidad erradicada de la escena de la inversión, los bruscos giros y grandes desplazamientos diarios e intradiarios se han convertido en la norma, ayer las bolsas saltaron de nuevo disparadas al alza cerrando más de un 7% arriba con la particularidad de que se produjo sin necesidad de una gran noticia (descubrimiento de vacuna?) para explicar tal explosión alcista de las cotizaciones.
El escenario de recuperación, en forma de mero rebote técnico, que venimos defendiendo desde los mínimos del 23 de marzo y más concretamente desde que observamos el «hueco de escape» del 24 de marzo, continúa vigente:
DOW JONES, 60 minutos.
Estamos asistiendo al comportamiento típico de los índices en mercados de carácter correctivo o bajista de medio y largo plazo, primero el gran batacazo, después alivio como el que se está desarrollando con las alzas recientes y luego…
Es curioso que las sesiones de alzas más intensas y potentes suelen producirse en fases de mercados de rebote de carácter técnico y no en mercados genuinamente alcistas. Alzas como las de pasadas sesiones con la de ayer como exponente al subir +7% no suelen aparecer en tendencias alcistas.
El rebote en marcha aún dispone de recorrido, es cada vez más arriesgado y más difícil mantener abiertas posiciones largas, compradoras, en un mercado como el actual pero es lo adecuado y tácticamente recomendable.
Es tentador liquidar posiciones cuando comienzan a ganar, máxime después de estampidas tan abruptas como la de ayer, aunque no es siempre lo más correcto. «Be right and sit tight», era el lema del famoso inversor Jesse Livermore.
Bajo esta premisa, dejar correr las ganancias, se puede conseguir rentabilizar las operaciones más allá de lo esperado, observen por ejemplo un caso real y reciente. La compra de acciones de la petrolera Repsol que en un entorno de pánico e incertidumbre ha aprovechado para disparar al alza la cotización (teoría de opinión contraria).
REPSOL, diario
Tras estudiar y analizar detalladamente, buscando claridad en pronósticos y asignando probabilidad a cada escenario posible, definimos estrategia y riesgos en un entorno visiblemente favorable para comprar. Manteniendo la difícil posición de espera, acumulamos ganancias superiores al 30% en esta posición pocas sesiones y suculentas ganancias en el resto de recomendaciones.
Los rebotes técnicos de esta entidad confunden a todo inversor, los bajistas pensando que quizá ha terminado el proceso de ventas definitivamente, los alcistas aún con el miedo de las caídas previas desconfiados de las alzas y sin comprar, quizá algunos esperando alcanzar niveles que posibiliten cerrar posiciones sin pérdidas, y los indecisos aún más desnortados que antes.
Existen diversas evidencias que invitan a la prudencia, pero no a vender aún, a pesar de la fortaleza de las subidas. El movimiento de recuperación desde mínimos trata de un rally de corrección de las caídas previas, un rebote técnico al uso que va desplegando sus «patas»mientras que, por otra parte, se intensifica el deterioro de datos macro y micro y se oscurecen las expectativas de manera contundente, tal como expone el post de ayer.
El CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, escribió unas palabras bastante duras en su carta anual a accionistas, advirtiendo entre otras la posibilidad en el aire de eliminar el dividendo:
- «JPMorgan podría considerar la posibilidad de suspender los dividendos si el producto interno bruto (PIB) cayera hasta un 35% en el segundo trimestre y la tasa de desempleo siguiera aumentando hasta el 14% en el cuarto trimestre del año»
Una frase en condicional pero desvela las posibilidades que están manejando desde uno de los principales bancos del mundo. Desde City tampoco tienen previsiones para el optimismo,
- «global earnings may fall 50% and stock prices could then drop by the same amount»
Mientras avanza la pandemia y el confinamiento alcanza a más de un tercio de la población mundial, principalmente en economías de países occidentales, las expectativas de beneficios se desploman cada día que pasa, el panorama pinta cada vez más oscuro en todos los rincones. Vean los ajustes de previsiones de Beneficio por Acción que se han llevado a cabo en sólo los últimos 20 días.
La pandemia se está cobrando una factura bien onerosa, desplome de la demanda, aumento histórico del desempleo, destrucción de las cadenas de distribución globales, aumento de la morosidad, de los riesgos de impago y quiebras, etcétera… Se está destrozando la capacidad de la gente y empresas de atender sus compromisos de deuda en un momento histórico por elevado, en zona de máximos record nunca antes alcanzados.
La morosidad, asunto actualizado en post de reciente, ha comenzado a trascender como un quebradero de cabeza para la banca y demás instituciones de financiación, particularmente para las inmersas en el negocio de tarjetas de crédito y créditos al automóvil.
La Reserva Federal y la administración Trump están lanzando mega programas de rescate que deberían contener la sangría pero no es seguro que consigan detenerla. Incluso una vez se vaya recuperando la normalidad, todo será complicado, lento y diferente a como había sido antes.
La gente mantendrá prudencia y cautela, el distanciamiento social tardará tiempo en desaparecer por completo y el daño a las finanzas e inseguridad en el empleo provocarán una inevitable caída del consumo. Muchos tendrán que acudir a sus bancos y acreedores a solicitar aplazamiento de los pagos de la hipoteca y demás préstamos vivos.
La morosidad, asunto actualizado en post de reciente, ha comenzado a trascender como un quebradero de cabeza para la banca y demás instituciones de financiación, particularmente para las inmersas en el negocio de tarjetas de crédito y créditos al automóvil.
Las compañías se plantearán cuidadosamente la contratación de nuevo personal en tanto que no vean confirmaciones veraces de la necesidad real de hacerlo. Numerosas empresas, principalmente PYMES se verán abocadas a echar el cierre, algunas quizá definitivo.
Todo el mundo trabaja duro y bajo una presión emocional fuera de lo común, tratando de interpretar la enorme batería de datos relacionados con la salud, con los sistemas sanitarios, economías macro y micro, rescates e intervenciones masivas de los gobiernos y autoridades monetarias, etcétera…
El contrapunto a un escenario eventualmente caótico, como el hoy probable, depende casi exclusivamente del descubrimiento de una vacuna o fármaco efectivo contra el Covid-19. En tal caso, la negatividad y pesimismo reinantes pasarían de repente, como una tormenta de verano, aunque quedarían secuelas pero se abrirían grandes claros en el horizonte y se podría plantear incluso el ansiado escenario de recuperación en V.
En tanto que pasa el tiempo se agrava la situación y caen las perspectivas, crece el daño a las economías y sistemas financieros así como al sentimiento y confianza de los consumidores e inversores. Mientras pasa el tiempo sin vacuna mediante, la probabilidad de una recuperación en forma de V también va perdiendo fuerza. La idea de que serían necesarios al menos tres trimestres antes e poder aprobar una vacuna o fármaco fiable, no ayuda.
Cuanto más tiempo se mantenga el confinamiento y la propagación del virus y el miedo de la gente, más complicado será reconstruir lo perdido, recuperar los puestos de trabajo, restablecer la normalidad.
El nivel de ahorro de la población es inexistente para alrededor de la mitad, cerca de tres cuartas partes de la ciudadanía no dispone de recursos extra para afrontar un gasto extraordinario de $1.000.
Las empresas mantienen una serie de costes fijos que atender pero sin actividad y sin ingresar nada, el nivel de caja y efectivo se consume (quien lo tuviera) y es cuestión de tiempo que muchas dejen de atender sus pagos.
Efecto contagio?. Este es uno de los grandes temores de las autoridades y que explica la barbaridad de dinero que han previsto y anunciado van a bombear al sistema.
S&P500, semana
Pero la liquidez, por abundante, desafortunadamente no conseguirá un retorno a la normalidad de las condiciones económicas o financieras, estas últimas quedarán aún más inestables, ni tampoco el regreso a un estado anímico favorable y fuerte como el necesario para relanzar la actividad.
Vean la opinión de Moody´s sobre las medidas de rescate aprobadas en Europa:
- “While government support policies will help buttress households and businesses, there is considerable uncertainty around the efficacy of these measures, and they will not offset the economic damage arising from fighting the pandemic»
Las autoridades se encuentran entre la espada y la pared, en algún momento tendrán que afrontar y resolver un gravísimo dilema. Levantar el confinamiento para salvar las economías y recuperar los empleos (con la consiguiente mejora de las condiciones humanas, incluso sanitarias, y emocionales) o bien mantener a la gente encerrada, la actividad parada, las esperanzas de futuro enterradas… para ¿bien? la gente confinada.
DOW JONES, semana
Quizá la única noticia llamativa ayer fue el retraso anunciado para la reunión de la OPEP, se esperaba un acercamiento de posturas Arabia-Rusia con objeto de reducir la producción y ajustar la oferta pero la noticia del aplazamiento del encuentro motivó una reacción vendedora de los inversores en crudo y el West Texas terminó la jornada cayendo alrededor del 5%.
Una reacción bajista, por otra parte comprensible después de una subida vertical del precio como la experimentada durante la pasada semana, próxima al 50%.
Una reacción también esperada y aunque fuerte apenas aportó connotaciones técnicas novedosas, de momento, que induzcan a pensar en la finalización del rally.
WEST TEXAS, diario.
Cuídense mucho.
Antonio Iruzubieta
www.antonioiruzubieta.com – Información en cefauno@gmail.com