La manipulación de estadísticas no solo es posible sino permitido por algunos prohombres en tiempos de Crisis para evitar estallidos en los mercados
¿Es posible la manipulación de cifras y estadísticas por parte de los Gobiernos para hacernos creer lo que no es en asuntos económicos, sociales, políticos y demás? ¿Cómo explica usted, estimado director, que cifras que hoy conocemos conlleven más tarde una revisión brutal. En España ya nos hemos dado de bruces con el asunto. Pensábamos que la contabilidad creativa era propia de República bananeras, pero no ¿Repúblicas bananeras? Y las que no lo son ¿Cómo Estados Unidos, la denominada primera potencial del mundo, falla tanto el tiro y admite tres revisiones de sus grandes cifras macro de tal modo que lo que se dijo es un principio queda deformado al final? ¿Se trata de preparar a los mercados para lo peor o de evitar que suceda lo peor en los mercados? Hace algunos años supimos que Grecia (presumo que habrá más países en la misma cuerda) manipuló estadísticas con la ayuda de la banca de inversión de EEUU. Luego, que Portugal hizo lo mismo (el déficit público de Portugal se situó por encima de lo informado) y otros más en la misma dirección…».
«¿Estamos seguros de que estas malas prácticas ya ha terminado? ¿Cree usted que los Gobiernos nos tienen anestesiados?…», me escribe un lector
Como he repetido en numerosas ocasiones, LACARTADELABOLSA no contesta a sus lectores sobre estos ni otros asuntos relacionados con la inversión personal. Tratamos de ayudar, en cualquier caso, a moverse por el complejo mundo de la Bolsa, la Inversión, la Economía y Las Finanzas. Como verán a continuación, en algunos apuntes elegidos, la percepción de la manipulación estadística es más patente en Latinoamérica, que en el resto del mundo. Sospecho, no obstante, que en los próximos meses y años conoceremos más casos en esta dirección. Y no sólo en Latinoamérica, porque, en efecto, Gobiernos y Grandes Organismos Supranacionales intentan desde hace años, que la Burbuja Global no estalle.
“La manipulación de estadísticas no sólo es posible sino permitido por algunos prohombres en tiempos de Crisis para evitar estallidos en los mercados. En tiempos de Crisis este fenómeno se agrava. No hay distinciones entre países. Se trata de ganar tiempo, pero no siempre se consigue”, me dice uno de mis gurus favoritos, que añade:
«Muy grave es que mitos y leyendas urbanas aparezcan aquí y allá. Donde sea. Una de las leyendas urbanas que más he escuchado cuando las cosas económicas pintan feas o comienzan a desfallecer es que determinados gobiernos han alimentado falsas expectativas y dibujado falsas realidades a través de la manipulación de las estadísticas. Otra, que la Bolsa está manipulada, que son unos cuantos, principalmente los bancos de inversión anglosajones, los que hacen y deshacen a su antojo, los que provocan las tendencias, los que incitan a comprar y a vender….»
«Esta leyenda ha alejado a muchos inversores y ahorradores de los salones de operaciones, porque dicen que no entienden ni comprenden lo que sucede de puertas adentro de los mercados…»
«Respecto a la manipulación de los precios y a la formación de tendencias, tengo muy claro que las máquinas invaden Wall Street de cabo a rabo. Hay documentación suficiente. No sé si a eso se llama manipulación, pero algo huele a podrido. Respecto a la manipulación de las estadísticas Grecia fue el primer exponente claro y categórico. Pero estoy convencido de que hay más. Por ejemplo ¿sabe alguien lo que realmente sucede en China? Sí, en China, por citar un asunto que tanto interés despierta en el mundo en estos momentos…»
Y ahora, les dejo con algunos apuntes en esta dirección:
***La manipulación de estadísticas o de cifras es algo común en nuestro medio. Apelar a los guarismos, al menos en principio es una forma de darle credibilidad a nuestro discurso, dado que las cifras o las estadísticas conferirían precisión. Pero hay gente que se empecina en usarlas para engañar y/ o confundir, puesto que las emplea fuera de contexto.
Para mencionar estadísticas es relevante saber quien las recopiló y con cual procedimiento, cuantas personas constituyeron la muestra para la misma, cuál fue su proceso de selección, qué preguntas concretas se hicieron, cómo exactamente se formularon las mismas y, si en las entrevistas no se emplearon técnicas como: apelación a la lástima, apelación a la culpabilidad, apelación al miedo, apelación a la sinceridad o, en general, argumentos aparentes.
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa