La montaña de dinero, ilimitada en su tamaño, prometida por la Fed, terminó por surtir efecto en la bolsa de Nueva York. Las acciones principales crecieron el martes, luego de algunos titubeos previos, para terminar al alza con ganancias muy significativas. Por otro lado, a última hora del martes, el Congreso llegó a un acuerdo para implementar un plan de emergencia histórico, de 2 billones de dólares.
Este acuerdo supone que las pequeñas y medianas empresas, heridas en lo más profundo por la crisis actual, podrían salir a flote. Muchos especulan con que algunos sectores en particular, como las líneas aéreas, se verán beneficiadas. La falta de ventas de tickets, más los problemas logísticos creados en los últimos dos meses han golpeado muy fuerte en el sector.
Aún así, el petróleo logró superar los 25 dólares, en tanto los índices principales (Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq 100), cambiaron su rumbo intradiario, con figuras típicas, como los martillos invertidos, poco usuales, pero sumamente efectivos. Si esto puede convertirse en un crecimiento más duradero habrá que verlo. Lo cierto es que la bolsa de Nueva York fue titular de los reportes financieros del martes, por su fuerte crecimiento. Claro que el 11% de ganancia en promedio se toma en cuenta desde las profundidades en que cayeron las cotizaciones en los últimos días, por lo que no es un motivo para festejar, aunque sí se trata de un buen alivio.
Las noticias macro que comienzan a conocerse son difíciles de digerir, aunque podrían ser peores. El PMI preliminar de servicios cayó a 39 puntos, la marca más baja publicada, y el de manufacturas quedó en 49 puntos, apenas debajo de la línea de flotación de los 50 puntos. Las cifras de Europa también son muy negativas, aunque la impresión que queda es que recién en abril veremos una catarata de datos malos.
La contrapartida, paradójicamente, viene del lado de China, donde comienza a despertarse la demanda. Algunas ciudades, que habían quedado bloqueadas por el virus, ya comienzan a trabajar normalmente, y muchos creen que este puede ser el inicio de una reactivación de la economía global a futuro.
En la fecha, la cifra de bienes durables, a las 8:30 del este, puede arrojar cifras de más de un 1% de baja en febrero, un anticipo de que marzo será realmente dramático en un sector sumamente sensible para la economía.
La bolsa, si esto sucede, volverá a jugar otro partido, pendiente de que la Fed ponga dinero. La historia de siempre, ahora más visible.
Las divisas presentan un comportamiento algo más calmo. El euro se ubica por encima de 1.0840, empujado al alza por la natural baja del dólar, pero limitado por las consecuencias que está provocando en la economía de la Eurozona la crisis del virus.
La libra esterlina, algo más liberada (al menos por ahora), superó 1.1900, en un rally poco esperable días atrás, y se acerca a 1.2000 en estos momentos, ya ingresando en zona de sobre compra. El yen, por su parte, cae ante el dólar, ahora sí convertido en activo de refugio, del cual los inversores salen para ingresar en activos de riesgo. Lo mismo sucede con la onza de oro, que luego de llegar a 1641 dólares (ya no está tan lejos de sus máximos de 1703 dólares de inicio de mes), cede más de 20 dólares, aún manteniendo una tendencia alcista de corto plazo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College