La apertura de las bolsas europeas fue negativa, con caídas fuertes del DAX 30 de Alemania, el FTSE 100 de Londres, y el CAC 40 de París. En todos los casos, las acciones principales dejaron gaps importantes, y los índices presentan mínimos relevantes. El DAX 30, por caso, cotiza en su más bajo valor desde septiembre de 2013, y el FTSE 100 en su mínimo desde agosto de 2011.
Estos movimientos parecen anticipar que la sesión americana será difícil. Los índices de Nueva York habían recuperado terreno el martes, al igual que el viernes, pero los futuros de los mismos caen muy fuerte en estas horas.
Los operadores dudan de las decisiones que, prácticamente sin excepciones, están tomando los gobiernos en todo el mundo. Las autoridades, desde Trump hasta Merkel, anuncian paquetes de estímulo a las economías, con montañas de dinero que llegarán en distintas formas. El gobierno de Estados Unidos, por ejemplo, anunció que enviará cheques por al menos 1.000 dólares a la ciudadanía, en tanto Alemania y Francia colocarán fondos en el circuito económicos de sus países. Lo que están buscando es que la actividad comercial comience a dar algunas señales de vida en medio de una crisis sin precedentes, y sin temor a que se dispare la inflación.
Los bancos centrales van dejando, a sus respectivos turnos, las tasas de interés en sus valores mínimos, tratando de alentar el consumo. Pese a estas medidas, las bolsas caen, sin mucha esperanza de que puedan tener algún efecto en el futuro.
Se trata de un territorio no cartografiado, una crisis de la cual los gobiernos, y también los ciudadanos de todo el mundo, van aprendiendo hora por hora, y en este contexto, absolutamente incierto, será difícil que los precios de los principales activos encuentren algún nivel de estabilidad.
El petróleo, en este escenario, cae a sus mínimos de 2003, quebrando los mínimos del lunes 10, que parecía poco vulnerable. La baja de la demanda en China, la casi nula compra de tickets aéreos -no hay demanda y tampoco hay donde ir, todas las fronteras están cerradas-, hacen que la materia prima no tenga atractivo en ningún mercado. Las monedas vinculadas al mismo no encuentran un piso, y luego de un ligero respiro que se tomaron el martes, pueden volver a caer con fuerza este miércoles, en especial las divisas latinoamericanas.
Respecto a las monedas principales, el euro cae nuevamente, y comienza a apuntar a sus mínimos de 1.0783, que tocó el mes pasado. La libra esterlina, en tanto, detuvo su caída el martes en 1.2000, pero ya queda muy cerca de 1.1957, el mínimo de 2019, nivel al cual apunta en estas horas, luego de una liviana recuperación del martes. El yen se muestra más estable, siendo una divisa que, pese a su caída de estos días, sigue siendo el refugio más seguro junto al dólar.
En tanto, la onza de oro vuelve a posicionarse a la baja, con un precio actual de 1500 dólares, con una tendencia bajista en el gráfico de 4 horas, y con su mínimo de la semana en 1451 dólares a la vista.
La humildísima opinión de esta columna es que, en este contexto, el cierre de las bolsas de valores sería lo más adecuado, al menos por un puñado de días. El problema de ese tipo de medidas es que se sabe como comienzan, pero no como terminan. Pero el caos que están sufriendo las bolsas es histórico, y la pérdida de valor es inmesa.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College