Es difícil abordar un análisis de los mercados desde un solo ángulo. La crisis del coronavirus es histórica, y los activos principales no dejan de marcar récords que costaba imaginar hace menos de un mes. Por caso, la caída de las acciones en la bolsa de Nueva York de la víspera fue la peor desde 1987 (ya había ocurrido lo mismo el viernes), y la situación es más compleja aún si se considera que la Reserva Federal recortó, fuera de calendario, la tasa de interés prácticamente a cero el domingo, y anunció un plan de estímulo de 700.000 millones de dólares.
Nada calma a los mercados, y es lógico. Las empresas de todos los niveles comienzan a sufrir problemas financieros, con el agravante de que no hay siquiera un mínimo plazo para revertir la situación. El sector de las aerolíneas asoma como el más complicado en este contexto, y se especula con que las grandes líneas globales entrarían en bancarrota en poco más de dos meses; también se menciona la posibilidad de que los gobiernos tomen algún tipo de acción para evitarlo. Las fronteras de prácticamente todos los países se van cerrando, y el aislamiento será decisivo no solo para las aerolíneas, sino para la economía global.
En cuanto al mercado de divisas, el euro, la libra esterlina, el yen, el dólar australiano y el dólar canadiense caen con fuerza, con un fuerte dominio del dólar en estos y todos los frentes.
La divisa única es la que menos sufre. Por ahora se mantiene por encima de 1.1100, aunque la tendencia bajista que domina el gráfico de 4 horas parece anticipar una baja de la misma, con un objetivo en 1.1020, un gap que dejó dos semanas atrás. Antes, la zona de 1.1050, el mínimo de la semana anterior, será el soporte a seguir.
La libra esterlina, en tanto, llega a su mínimo desde septiembre de 2019, y apunta a los mínimos del año pasado, en 1.1957, el cual es a su vez el mínimo desde octubre de 2016, con un famoso “flash crash” que la llevó a 1.1450. Los datos de empleo de Reino Unido han revelado que la tasa de desempleo creció inesperadamente una décima en enero, al 3.9%, mientros que los ingresos salariales ofrecieron resultados mixtos.
El yen, por su parte, cae ante el dólar, con una baja de más de 100 puntos desde el inicio de la semana, y apuntando a 107.98, un gap que dejó en la apertura del lunes. El precio actual de 106.75 sugiere que la caída de la moneda nipona podría caer de 107.00 en forma inminente, con una baja adicional esperada para la sesión americana.
Respecto al Aussie, el dólar australiano, cayó este martes a su mínimo desde 2003, luego de conocidas las minutas del Banco de la Reserva de Australia. La dependencia de la moneda australiana de los avatares de la economía china es bien definida, y por ahora no se esperan cambios de tendencia, más allá de los esperables rebotes ante la entrada del par AUD/USD en sobre venta en estas horas.
En cuanto al dólar canadiense, su caída está directamente vinculada a la debilidad del petróleo. El par USD/CAD superó 1.4000 en estas horas, y es probable que extienda su alza al resto del martes. El Loonie se ubica en su menor nivel desde enero de 2016, en plena crisis del petróleo de ese tiempo, y de la cual se recuperó rápidamente. No parece ser el caso en esta oportunidad, aunque sí podría visitar 1.3900 durante el martes, si el petróleo mantiene su ligero sesgo alcista de muy corto plazo, que ahora mismo presenta.
Las monedas latinoamericanas caen a mínimos históricos ante el dólar, prácticamente sin excepciones. En un contexto en el que el dólar domina, la caída de las materias primas ha tenido un efecto devastador ante las divisas de la región de Latinoamérica, con el efecto inflacionario que eso suele tener. Es prematuro pensar en un cambio de dirección del dólar en estos casos.
Este martes comienza la reunión de política monetaria de la Fed, la cual finaliza el miércoles. El comunicado de la entidad, previsto para el miércoles por la tarde, será decisivo para el dólar.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College