El Ibex 35 marcó su quinta día en rojo cayendo a los mínimos de 2012. Los bancos evitaron que la sesión del miércoles fuese peor. Por el lado del rojo, tuvimos a Indra -9,3%, MasMovil -8,7% y Ence -5,6%.
En Wall Street, que venían el martes de disfrutar la mayor subida desde el año 2018 tras conocer el paquete de medidas de estímulos que anunció Trump, volvieron a sufrir ayer. Y es que el Dow Jones, tras 11 ejercicios de fuertes subidas, cae ya más de un -20% desde los máximos alcanzados el pasado 12 de febrero. Uno de los responsables ha sido Boeing que se ha desplomado un -18,1% tras comunicar la cancelación de 46 pedidos de aviones. Es evidente que la medida de la Fed de rebajar los tipos de interés un 0,50% está sirviendo de bien poco, más motivo para que asistamos a otra rebaja de tipos la próxima semana y pronto los veamos en cero.
Recordarán que el lunes asistimos al Market wide circuit breakers. Se trata de un mecanismo de la NYSE que estipula que si el mercado cae un -7% se produce un paro de 15 minutos para calmar los nervios. Después de que se reanude el comercio, otra pausa de 15 minutos se implementaría si las pérdidas de las acciones llegan al 13%. Si la caída alcanza el 20% los mercados cierran ese día. También la Bolsa de Brasil suspendió el lunes el mercado tras perder más de un 10 % en apenas 30 minutos. En Brasil, cuando la caída supera el -10 % se activa el circuit breake”, que interrumpe por 30 minutos las negociaciones, algo que no ocurría en Brasil desde el 18 de mayo de 2017.
En Expansión escribí en enero que si la OMS declaraba oficialmente una pandemia, los mercados caerían entre un 10% y un 15%, pese a que se trata de una palabra y que conlleva la expansión geográfica del coronavirus. Pues bien, ayer llegó ese día, oficialmente ya estamos con una pandemia. Esto abre un nuevo escenario y el S&P 500 podría caer incluso a los 2.450-2.500 puntos, siendo dos sectores especialmente los más afectados: bancos por el recorte de tipos de la Fed y energéticas por la caída del crudo.
La volatilidad no deja de subir y se dispara un 15%. En el último mes ha subido un 160%.
La Bolsa de Canadá está aun peor, arrasando con 454.200 millones de dólares canadienses. El índice S&P/TSX cayó un 20% desde su pico de cierre del 20 de febrero después de haber estado alcista durante casi cuatro años. La guerra de precios del petróleo entre Rusia y Arabia Saudí le afecta mucho, pues los recursos naturales generan alrededor del 9% del PIB. El lunes su Bolsa cayó más del 10%, su mayor caída desde el Lunes Negro de 1987.
Los esfuerzos del Primer Ministro por introducir nuevas medidas para ayudar a mitigar los efectos del coronavirus han contribuido poco a calmar a los inversores. El dólar canadiense se ha debilitado frente al dólar estadounidense hasta su nivel más bajo desde 2016 y el rendimiento de los bonos del Gobierno también caen.
La rebaja de tipos de interés de ayer por parte del Banco de Inglaterra incrementa la presión sobre el Banco Central Europeo, el cual tiene poco margen de actuación en comparación con el propio Banco de Inglaterra y la Fed, máxime si tenemos en cuenta que tiene los tipos al 0% y la facilidad de depósito al -0,5%. Se espera una rebaja de 10 puntos básicos en la tasa que cobra por los depósitos de los bancos, junto con mayores compras de deuda.
Ismael De La Cruz/Investing.com
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