Incluso antes de la última nota de Goldman Sachs sobre el petróleo, los fondos de cobertura tenían las miras puestas en los 30 dólares por barril —incluso en una eventualidad en 20 dólares— tras la desintegración de la OPEP este viernes. La voz principal de Wall Street en el ámbito de la energía ha reafirmado su postura, así que el petróleo tocará fondo «o algo parecido» pues el coronavirus sigue acechando a lo que queda del mundo.
La parte difícil, sin embargo, es averiguar cuál será el fondo a corto plazo, y dónde se detendrá el desastre esta semana. Las previsiones de oferta y la demanda de petróleo mensuales de la Agencia Internacional de la Energía que se publican hoy, y las de la OPEP, o la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que se conocerán el miércoles, podrían ayudar al mercado a decidirse.
En el caso del oro, elegir un objetivo parece mucho más fácil, aunque alcanzarlo también podría ser difícil. El metal precioso sobrepasa finalmente el nivel de resistencia de 1.700 dólares por onza al comienzo de la jornada de negociación de este lunes, así que los siguientes objetivos lógicos son los niveles de 1.750 y 1.800 dólares.
Sin embargo, el oro es uno de los activos más líquidos y un verdadero amigo en tiempos de problemas políticos y económicos, así que podemos esperar que se venda también para cubrir las pérdidas en petróleo, acciones y demás.
Objetivos lógicos, pero complicados
«El oro se mantiene a duras penas en el nivel de 1.700 dólares por ahora, y no nos sorprendería si bajara ligeramente frente a este nivel, con la orden de minimización de pérdidas imperceptible en tales alturas», explica Jeffrey Halley, analista senior de mercado de la plataforma de trading online OANDA. «Eso indica que cualquier descenso hasta 1,695.00 dólares por onza probablemente encontrará un montón de compradores dispuestos».
Con el petróleo, lo primero es lo primero: Para que el petróleo del West Texas Intermediate, o WTI, alcance los niveles de 20 dólares, los bajistas del petróleo tendrán que alcanzar los 26,05 dólares, mínimos de febrero de 2016. Esto eran mínimos antes de las restricciones establecidas por la OPEP+, cuando los saudís, los rusos y los perforadores de petróleo de esquisto de Estados Unidos bombeaban petróleo como si no hubiera mañana, una situación increíble que podría volver a ocurrir.
Si el WTI capitula en algún momento de esta semana y deja atrás el nivel de 26,05 dólares, el siguiente nivel a prueba no estará demasiado lejos de 25,42 dólares. Pero el hito que establece podría tener un gran impacto en la psique del mercado, ya que los 25,42 dólares serían mínimos de casi 17 años que se remontan a mayo de 2003.
Si el nivel de 25,42 dólares se supera también, el siguiente obstáculo estará en 24,82 dólares, los mínimos de casi 17 años y medio registrados en noviembre de 2002.
En cuanto al petróleo Brent del Reino Unido, en el momento de redactar estas líneas, los dos niveles de apoyo inmediatos que se mantenían eran el de 29,92 dólares, registrado en febrero de 2016 y el de 27,10 dólares de enero de 2016. Pasado este nivel, el siguiente objetivo a poner a prueba a continuación es el de 26,97 dólares, registrado en noviembre de 2003.
Incluso con estos mínimos del WTI y el Brent, no nos hemos acercado a los niveles mínimos de 20 dólares de los que hablaba Goldman.
La última vez que el petróleo se situó en 20 dólares por barril o menos, fue en febrero de 2002, hace 18 años, cuando el WTI registró mínimos de 19,09 dólares y el Brent tocó fondo en 18,80 dólares.
«La venganza del nuevo orden de petróleo»
«Si llegamos a 20 dólares, muchos de los traders del petróleo más jóvenes nunca habrán visto precios tan bajos en las pantallas», dice Tariq Zahir, miembro de la dirección de Tyche Capital Advisors, un fondo de cobertura de Long Island, Nueva York, que ejecuta un programa global macroeconómico de materias primas centrado en gran medida en el crudo.
«Para éstos más jóvenes, este va a ser un territorio completamente “gráfico”, lo que significa que sólo han visto tales precios en lo gráficos».
La nota de Goldman, titulada «La venganza del nuevo orden de petróleo» —una referencia a la próxima guerra saudí-rusa de producción de petróleo y de precios, que tiene encerrados a los perforadores de petróleo de esquisto de Estados Unidos— decía que las actuales previsiones sobre el crudo son aún peores que en noviembre de 2014, cuando se libró la última gran batalla.
Según el banco de Wall Street, los únicos paralelismos que se pueden trazar con la situación actual son con la crisis de la demanda de petróleo del primer trimestre de 2019, que se produjo después de la crisis financiera, y con el aumento de la producción de mediados de 2015 de la OPEP, que precedió a la tregua de la OPEP+ de 2016 entre Riad y Moscú.
Pero incluso cuando Goldman especulaba sobre «los niveles de estrés operacional y los costes de efectivo cerca de 20 dólares por barril», admitió que los impactos bajistas gemelos de los cortes de la relación óptima precio-producción y la destrucción de la demanda significan que «hay muchísimo que aún no conocemos sobre los fundamentales del petróleo los próximos meses.
Utilizando el ejemplo de 2016 de un mercado bajista de petróleo, ha concluido que el peor impacto de los aumentos de las reservas sobre el precio ocurrirá en los próximos seis meses, lo que significa que los mínimos de 20 dólares podrían llegar en el tercer trimestre, antes de una recuperación hasta 30-40 dólares.
Una situación que va «más allá del riesgo»
Pero el desplome de Wall Street y los bloqueos masivos en ciudades en todo el mundo, ocurridos primero en China, después en Italia y posiblemente en Estados Unidos en breve, podrían forzar el nivel de 20 dólares antes de la fecha sugerida por Goldman.
«Lo que está sucediendo ahora va más allá del riesgo», ha dicho Zahir. «No me sorprendería que llegáramos a 20 dólares rápidamente, especialmente si el S&P 500 entra en territorio bajista. Los consumidores estadounidenses van a recibir sin duda un gran golpe a causa de esto, y ellos representan la mayor parte de la economía estadounidense. Hasta que haya algo de claridad sobre la amenaza total del virus a la economía estadounidense, Wall Street no puede cuantificar cuánto daño va a provocar esto».
Y añade: «En mi opinión, no va a haber una recuperación en forma de V. Existe la posibilidad de que esto empeore mucho antes de mejorar. En este momento, con cualquier repunte que se observe por parte de cualquier activo de riesgo, especialmente del petróleo, me dará razones para vender. Sólo me posicionaré en largo en mi programa macroeconómico global y en el oro».
Halley, analista de OANDA, tiene una perspectiva similar. «Puede que hoy hayamos visto la peor parte de la venta de petróleo a corto plazo», dijo refiriéndose a los mínimos de 27,34 dólares del WTI y los 31,27 dólares del Brent hacia el cierre de la jornada de negociación en Singapur.
«Dicho esto, es probable que cualquier repunte a partir de aquí coincida con los muros de los vendedores, y es difícil imaginar el petróleo Brent en más de 40,00 dólares por barril en los próximos meses».
Barani Krishnan/Investing.com
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