El sector de las eléctricas españolas sigue viviendo su momento dulce, no en vano en lo que llevamos de ejercicio acumula una revalorización en torno al 20%. Es cierto que en 2019 estuvo envuelto en incertidumbres debido a las intenciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, pero las aguas han vuelto a su cauce tras confirmar el organismo que finalmente habría una regulación más light de lo que en un principio se suponía.
De todo ello se ha beneficiado Iberdrola, la mayor eléctrica española y la tercera a nivel mundial por detrás de la italiana Enel y la norteamericana Nextera. Y es que ha superado los 72.000 millones de euros de capitalización bursátil y en Bolsa su ascenso es meteórico (en 2018 subió un 8%, en 2019 un 30%, este año un 20% y a un año, más de un 50%).
Como era de esperar, la eléctrica ha incrementado su peso en el Ibex 35 en prácticamente dos puntos, pasando ahora a ser casi el 14%, compartiendo el podio con Inditex y Banco Santander.
Mañana miércoles, 26 de febrero, presenta los resultados del 2019 y en principio deberían de ser buenos. Es más, para el 2021 podría alcanzar un beneficio neto de 3.700 millones de euros.
¿Sigue siendo atractiva la compañía? ¿Debe de seguir en una cartera de inversión? La respuesta es sí, y las razones son las siguientes:
- – La demanda que tiene en Brasil.
- – El incremento de capacidad instalada en México.
- – Su diversidad geográfica con presencia en Estados Unidos y en países con «estabilidad regulatoria» como Brasil y Reino Unido.
- – El beneficio histórico que presentó su filial brasileña, Neoenergía.
- – La descarbonización, hecho que aclara un poco el panorama en el sector.
- – Su prisma en dirección a las energías renovables incrementa sustancialmente su potencial de crecimiento.
- – Tiene el apoyo de los grandes fondos de inversión españoles. Concretamente, cogiendo datos del último trimestre del 2019, había 152 fondos que estaban invertidos en la eléctrica.
– El pasado mes de septiembre entró a formar parte del Stoxx Europe 50, el índice que agrupa a las acciones de empresas más grandes y líquidas de la zona euro, Suiza y Reino Unido. El índice Stoxx Europe 50 fue creado en 1998 con la puesta en marcha del euro. Es uno de los índices de bolsa europea más seguidos junto a su primo hermano, el EuroStoxx 50, en el cual únicamente cotizan valores de la zona euro (se excluyen valores suizos y británicos).
Claro, cotizar en el Stoxx 50 tiene una gran importancia, porque es uno de los índices bursátiles que más replican los gestores de fondos de inversión, así como los ETFs.
El pasado 30 diciembre les comenté que había 2 opciones para invertir. Una era en los 8,59 euros (no llegó, se quedó en los 8,74 euros). Otra era rompiendo por arriba el nivel de los 9,55 euros. Esta premisa sí se cumplió, concretamente el 23 de enero, y ha sido el último de los grandes catalizadores, ayudando a subir con fuerza y superar los 11,30 euros. Añadir que justamente el inicio de los recortes de hace unos días se ha producido al formarse sobrecompra.
Por tanto, y a modo de coletilla final, Iberdrola presenta razones macro (ya expuestas) para seguir apostando por ella dentro de una cartera diversificada.
Ismael De La Cruz/Investing.com
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