Repsol está bajista principalmente por tres motivos:
- – La compañía comunicó que va a provisionar 837 millones de euros con el objetivo de afrontar los posibles costes que puedan surgir del litigio entre el grupo Talisman, del que es propietario, con Addax y Sinopec. Si bien es cierto que todavía se desconoce el importe de la indemnización a la que Repsol tendría que hacer frente, por si acaso, y siendo previsor, la petrolera ha decidido provisionar esos 837 millones de euros. Un litigio que podría perfectamente alargarse incluso hasta el 2022 (seguramente el primer trimestre). Hay que tener en cuenta que esta provisión viene a ser de en torno al 15-16% de lo que tendría que abonar Repsol en el peor de los casos. Lo que sucede es que esos 837 millones de euros hay que sumarlos a las provisiones de 4.800 millones que se aprobaron el pasado mes de diciembre.
- – Estados Unidos ha amenazado con imponer sanciones a Repsol (y también a la petrolera estadounidense Chevron, el conglomerado indio Reliance y la rusa Rosneft) por sus actividades relacionadas con Venezuela.
- – La petrolera viene sufriendo en bolsa debido al temor del impacto negativo de la caída del precio del crudo por miedo al menor crecimiento económico originado por el coronavirus. Como es habitual en los casos en los que el precio del petróleo desciende, las compañías petroleras sufren en los mercados. En lo que va de epidemia, el conjunto del sector dedicado al petróleo y el gas cae más de un 8% en el Stoxx 600.
Pero no todo va a ser negativo. Aunque en el corto plazo su tendencia sigue siendo bajista, de cara al medio y largo plazo es una opción de compra interesante debido a una serie de factores:
- China ha tomado cartas en el asunto y no va a permitir que su demanda siga en caída libre. El petróleo subió a un máximo de dos semanas con la esperanza de que el estímulo económico de China pueda reactivar la demanda golpeada por el coronavirus. Los futuros del Brent aumentaron por séptimo día, la racha de ganancias más larga desde principios de 2019. Y es que el crudo está siendo apoyado porque el gigante asiático, el mayor importador de crudo del mundo, está considerando medidas para apuntalar su economía.
- A corto plazo, las materias primas en general seguirán débiles para posteriormente, cuando repunte de nuevo la actividad económica, recuperar el terreno perdido.
- El plan estratégico de Repsol está diseñado con un precio del barril de Brent a 50 dólares.
- Cotiza barato en términos de PER. Su ratio es inferior a la media de sus competidores en Europa.
- El posicionamiento creciente en energía renovable y la diversificación que aporta a su negocio son bazas importantes. De todas maneras, habrá que estar atentos a su plan estratégico 2021-2025, que presentará este semestre.
- El precio objetivo rondaría los 16,30-16,50 euros.
Ismael De La Cruz/Investing.com
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