El temor al coronavirus, que ya está impactando en empresas de primera línea como Apple, impulsó el martes al oro por encima de los 1600 dólares por onza. El metal busca ahora superar claramente los máximos del año, a los que llegó en enero a posteriori de los incidentes entre Estados Unidos y China. La firma tecnológica anunció que sus resultados se verán afectados por la falta de producción en China, a la vez que dijo sentirse obligada a cerrar varias tiendas en ese país.
Sin embargo, el alza del oro esta vez no correspondió a un movimiento similar del yen. Extrañamente, la divisa nipona no fue tomada en cuenta como refugio, y cayó, a primera hora de la sesión asiática de la fecha, debajo de 110.00. El par USD/JPY tiene ahora objetivos en 110.30 y 111.05, gap que dejó el cruce a inicios de mayo de 2019, cuando Estados Unidos le impuso aranceles a las importaciones chinas.
Mientras tanto, el dólar se mantiene fortalecido en prácticamente todos los pares principales de divisas. A la caída del yen le sigue un euro muy débil, y también muy sobrevendido. El RSI en el gráfico de 4 horas invita a comprar euros, y su falta de reacción pone a prueba la paciencia de los operadores. Pero es evidente que la divisa única no tiene muchos argumentos para recuperarse, y sí para seguir cayendo. Todo lo contrario de los que sucede con el dólar. El gap de 1.0720, de abril de 2017, sigue en la mira de los inversores.
La libra esterlina se mantiene débil, cerca de 1.3000, también con ánimo de ganar, pero con la limitación que le impone el dólar tan fuerte.
Este miércoles, en el evento más importante de la semana, la Reserva Federal dará a conocer el acta de la reunión de política monetaria del 29 de enero, la primera del año. La estabilidad de la tasa de interés impuesta por el organismo, sumada al muy buen momento que atraviesa la economía estadounidense, y la visión optimista del presidente Jerome Powell, podrían darle al dólar un nuevo motivo para atacar.
Powell tiene argumentos: la guerra comercial parece haber entrado en un declive, el Brexit se va aclarando, aunque le pegará duro a la economía británica, y ahora queda por resolver la cuestión del coronavirus, un hecho que no tiene una solución clara por el momento. Muchos se preguntan si este muy buen estado de la economía será suficiente para que el presidente Trump sea reelecto en noviembre. Todo indica que sí, aunque falta mucho, y tal vez el propio Trump hubiera querido que todo lo que hoy sucede ocurra en septiembre u octubre. A la vez, no hay que olvidar que Irán no se quedará de brazos cruzados, y así lo anunciaron sus autoridades la semana pasada. Allí, y no en otros factores, están los grandes desafíos que deberá afrontar el presidente.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College