Apple (NASDAQ:AAPL) fue ayer la culpable de las caídas bursátiles del día tras anunciar que no será capaz de cumplir su objetivo previsto para marzo por el efecto del coronavirus en China, situación que le obligó a paralizar durante días la fabricación de sus dispositivos. Una noticia que sacudió a los mercados a ambos lados del Atlántico, provocando caídas en Wall Street y también en Asia y Europa.
El propio valor terminó con una pérdida del 1,83%, cerrando en 319 dólares. De todos modos, en el after-hours se recuperaba ligeramente (0,21%) y sigue registrando una subida anual superior al 8%, porcentaje que se suma al impulso del 80% que viene registrando desde los mínimos de junio y que apenas le deja un 4% por debajo de los máximos alcanzados la pasada semana.
De todos modos, como Apple es uno de los valores más seguidos en todo el mundo, son muchos los inversores que se preguntan si debemos preocuparnos por el comportamiento que vimos ayer en la tecnológica. Los expertos responden que no, sobre todo si tenemos en cuenta que era una noticia posible tras saber que la compañía había estado “batallando” contra el virus durante semanas, provocando retrasos en la producción y también el cierre de numerosas tiendas en China. El mes pasado, por esta misma razón, ya habría emitido una previsión de ventas más amplia de lo habitual para incluir esta posible incidencia.
Aunque el coronavirus sí tendrá efecto en las ventas del grupo, los analistas afirman que éste será temporal, al tiempo que se siguen mostrando alcistas con el valor. Sucede lo mismo con los proveedores de Apple, ante los que tampoco emiten comentarios negativos. Es el caso de Bank of America, que solo ha recortado su previsión para el segundo trimestre del año, pues comenta que los efectos serán transitorios y que eso no va a cambiar su visión sobre el conjunto del grupo.
Piper Sandler, empresa de servicios de banca de inversión, afirma que la caída actual podría verse como una oportunidad de compra, opinión que comparte el analista Michael Olson, quien asegura que los problemas de abastecimiento del iPhone en el trimestre actual podrían impulsar la demanda en trimestres futuros.
Los problemas, sobre todo, podrían ser los retrasos en los envíos, aunque, en el momento actual, la gestión parece manejable. El impacto que Apple ha estimado se cifra en unos 4.000 millones de dólares, una cifra “gestionable”, en palabras de Cascend Securities.
Bank of America mantiene su consejo de comprar y un precio objetivo de 350 dólares, mientras que Piper Sandler lo sitúa en sobreponderar, con un precio de 343 dólares.
También se ha pronunciado al respecto Morgan Stanley, para el que la situación actual no cambia nada. “Nuestras previsiones se mantienen intactas, aunque sí hemos ajustado nuestras estimaciones a corto plazo para anticiparnos al cambio de ingresos que experimentará Apple del segundo al tercer trimestre del año. Nosotros compramos en la debilidad y esperamos que la compañía aproveche los pullbacks para recomprar más acciones”, concluyen.
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