Llevo días siguiendo a Tesla en serio. Quizás más de una semana. Y tras todo lo que he escrito sobre el valor, creo que he aprendido algunas cosas sobre la compañía, sobre sus planes actuales… y también sobre sus perspectivas y lo que hay que hacer a partir de ahora con el valor. Porque tras subir de forma meteórica en pocas sesiones, finalmente llegó la realidad, la compañía terminó cediendo de forma importante el miércoles y recuperó terreno de nuevo ayer, aunque con un comportamiento de “compañía normal”, cerrando la sesión con una subida del 1,94% (aunque se dejó un porcentaje muy similar en el fuera de horas).
Así que, tras lo mucho leído y escrito, creo que llego a tres conclusiones:
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Los cortos estaban en lo cierto
Los cortos han estado en el centro de todos nuestros pensamientos estos días. La compañía subía como la espuma, así que era lógico pensar que terminaría cayendo. Pero tardó más de lo esperado, provocando pérdidas millonarias para todos los que apostaron en corto. Los alcistas se agarraban a todo tipo de previsiones y esperanzas positivas, pero finalmente, y bajo la “excusa” del coronavirus, se encontró un motivo para justificar la caída del valor y sus acciones cedieron terreno el miércoles. Aquí os dejo algunos motivos que siguen justificando el ponerse en corto en Tesla.
Durante la semana se llegó a comparar el comportamiento de Tesla con el del bitcoin, asegurando que el fabricante de coches eléctricos terminaría comportándose como la criptomoneda. Más detalles en este artículo que escribí el miércoles.
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Los analistas no lo ven nada claro
En los últimos días, parece que los analistas han puesto sus pies en el suelo y han visto la realidad que hay en Tesla. El último en hacerlo ha sido Gene Munster, de Loup Ventures, quien aseguraba ayer que las expectativas para Tesla se han inflado demasiado, pero sin datos reales que avalen una mejora de resultados para el primer trimestre del año. Dice Munster que, aunque el cuarto trimestre estuvo plagado de buenas noticias en cuanto a números, es poco probable que encontremos el mismo comportamiento en el primer trimestre de 2020.
No ha sido el único. En estos últimos días, otros analistas se han mostrado poco favorables a la evolución que estaba teniendo Tesla en bolsa. Más detalles en este artículo del pasado 23 de enero.
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Los fundamentales no avalan esta escalada
Y este es quizás el punto clave en todo esto. ¿Por qué ha subido Tesla como la espuma si no hay fundamentales que animen a apostar por ella? No está claro que pueda mantener las buenas previsiones que anunció recientemente, y podríamos ver en el futuro caídas en las ventas del próximo trimestre, una mayor presión de los márgenes, un flujo de caja negativo y una caída en las ventas. Si el panorama que se presenta ante nosotros es este, ¿quién se explica como puede ser que haya ganado un 134% en los últimos tres meses y haya conseguido máximo tras máximo desde mediados de diciembre?
Munster tiene algunas respuestas a ello. “Algunos alcistas querían comprar acciones de Tesla antes de que se terminen los incentivos que se dan en Estados Unidos para la compra de coches eléctricos. Otros han seguido a rajatabla la última carta de Musk a los inversores, en la que aseguraba que a partir de ahora cada trimestre iba a ser positivo. También hay que tener en cuenta que Tesla ha entrado en la categoría de ‘compañía tecnológica’ que tanto gusta a Wall Street. Pero estamos obviando que se avecinan vientos en contra a muy corto plazo”.
Seguro que tanto alcistas como bajistas han podido hacer caja con estos notables movimientos, pero parece que la balanza, tras estos remontes, va a terminar inclinándose a la baja. Así que, si no ha aprovechado esta última racha de Tesla, mejor esperar detrás de la barrera porque parece que se avecinan curvas. Y Tesla no va a poder acelerar tanto como ha hecho estos días.
Sara Busquets/Investing.com
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