La encuesta PMI de la firma ISM de manufacturas volvió a situarse, después de cinco meses, por encima de los 50 puntos, lo cual marca un nuevo ciclo de expansión del sector. Si bien las manufacturas representan no más del 15% del PBI de Estados Unidos, el dato no pasó desapercibido el lunes, y le dio al dólar un fuerte impulso alcista en prácticamente todos los frentes.
Las preocupaciones por el coloniavirus aún se mantienen vigentes, pero como ya ha ocurrido en otras oportunidades, se irán diluyendo con el paso de los días, salvo que se agrave en algún país central. De este modo, la moneda estadounidense se posiciona con sesgo alcista para el resto de la semana, en momentos en que queda por publicarse el dato fuerte de ISM, el de servicios, que tendrá lugar el miércoles por la mañana, y que puede, también, dar una sorpresa agradable para la primera economía del mundo. Los otros datos de interés son la encuesta ADP de empleos privados, y el dato de empleos del Departamento de Trabajo.
En cuanto a las divisas líderes, cayó moderadamente el yen, al igual que la onza de oro, al ser parcialmente dejado de lado como activo de refugio por inversores que nuevamente se volcaron al riesgo. El euro también cede posiciones, aunque se encuentra a mitad de camino entre un retorno a una tendencia alcista que ya puede caer en el olvido, y el ataque a sus mínimos de 2019 en 1.0880, que están más cerca de lo que parece.
Por su parte, la libra esterlina vuelve a sufrir con el Brexit. A una cierta presunción de que la Unión Europea podría mostrarse algo más abierta con el Reino Unido y tratar de llegar a un acuerdo amplio en materia comercial se opone un discurso insólita e injustificadamente duro de Boris Johnson, primer ministro británico, que solo él debe saber a que apunta. Con la salida ya sin marcha atrás desde el viernes pasado a la noche, con un reducido puñado de ingleses vivando lo que ellos mismos llaman “independencia” como si se tratara de una colonia que se libra de sus invasores, cabe preguntarse que es lo que desea ahora el extravagante mandatario, que consiguió lo que él mismo hace poco más de tres años decía que era ridículo.
Con semejante nivel de incongruencia, no extraña que la vapuleada libra crezca centenares de puntos que pierde inexorablemente en pocas horas, como sucede en estos días. Otra vez la libra deja de ser un buen negocio. Están quienes opinan que no hay mejor estado que este para operar: movimientos de 200 puntos en 5 o 6 horas, que a priori parecen ser los más productivos. Con el tiempo, y con la experiencia, queda claro que quien gana con estos vaivenes solo logran utilidades pasajeras, y nadie sostiene esas ganancias siquiera por unos pocos días.
Con este panorama, algo más tranquilo que en los últimos días de la semana pasada, es que se inicia esta sesión de martes. Ya el Banco de la Reserva de Australia dejó sin cambios la tasa de interés de referencia, y el destino del Aussie aparece cada día más ligado al de China, principal mercado de exportaciones de Australia. En horario americano no se conocerán informes de importancia, y las noticias que vayan surgiendo marcarán el pulso de la sesión.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College