Los que están interesados en el tema del trading, muchas veces, se hacen la pregunta de si es necesario o no contar con una formación formal en el área.
Al igual que con cualquier otra área del conocimiento, siempre es mejor contar con una formación que oriente al estudiante en favor de alcanzar sus objetivos. El aprendizaje debe ser continuo y no estancarse cuando apenas comienza, sin embargo, contar con una base sólida que se vaya nutriendo poco a poco, será la mejor herramienta con la que podrá contar un futuro trader.
La formación lo merece
Entender los mercados financieros, y desenvolverse bien en los que tienen mayores garantías de éxito, requiere de un conocimiento previo. La educación y la lectura constante es necesaria para poder seguir las novedades de un sector que continuamente cambia. Además, el entendimiento y la práctica hacen que esta información se use de la mejor manera.
Lo que ofrece un curso de bolsa en Sevilla y Madrid es esta posibilidad de tener una formación sólida de la mano de gente que ya ha conseguido suficiente experiencia en el sector como para enseñar métodos eficaces. Esta base es completamente necesaria para entender realmente cómo se manejan los mercados financieros.
En estos cursos se busca dar al estudiante todas las herramientas necesarias para que se sean capaces de gestionar un capital, ya sea propio o el de otra persona, y para mantener los buenos resultados a lo largo del tiempo. La educación financiera es completamente necesaria para tener más puntos a favor antes de embarcarse en el trading.
El conocimiento y la comprensión en sí mismos son herramientas útiles para entrar en el mercado financiero. Junto con ellos vendrá la formación en otras herramientas prácticas que se usan desde hace muchos años en el trading. No servirá de mucho tenerlas a mano si no se cuenta con la habilidad para manejarlas, y aún menos, sin entender para qué son.
Lo barato al final sale caro
A pesar de que hay personas que creen que es mucho mejor ser autodidacta y educarse a través de los medios que hay en internet y libros ya existentes, la verdad es que esta práctica consume demasiado tiempo y esfuerzo. El desorden con el que se consigue la información por cuenta propia hace laboriosa la tarea de asimilar toda por completo.
De igual forma, este método sigue requiriendo de dinero porque prácticamente nadie va a compartir sus conocimientos en este sector al primero que se lo pida. Por lo tanto, lo más probable es que haya que pagar algo de dinero en diferentes sitios hasta aprender todo lo necesario en un determinado tema del trading.
Por otro lado, la práctica sigue siendo necesaria, e investigar así en internet, hace que no haya ninguna prueba de lo que es hacer trading. Esto implica que en estos casos toca ir de lleno al mercado financiero real, en el que es muy difícil desenvolverse sin experiencia previa. El resultado más seguro es que se pierda más dinero del que se vaya a ganar.
Los niveles de educación
Una de las cosas más interesantes de estos cursos es que cualquier persona puede acceder, incluso sin tener conocimientos previos. Esto es así porque los programas suelen ser integrales, comenzando la formación desde lo más básico, para garantizar que haya unos buenos pilares antes de llegar a los niveles más avanzados.
Así, las personas que estén interesadas en alcanzar la independencia financiera cumplirán con los requisitos para empezar a formarse en el sector. El alcance de la formación dependerá de los intereses de cada persona, por lo que habrá distintos niveles. Cada uno es una continuación del anterior, y se profundiza más en los temas tratados anteriormente, al mismo tiempo que se introducen nuevos conocimientos.
El primero trata sobre cómo gestionar una cuenta personal para poder invertir de forma inteligente. Sirve para entender los datos necesarios para manejar un capital relativamente pequeño y considerando que es la propia persona la que maneja su dinero. Es la base de la independencia financiera, al poder convertir el dinero en capital y obtener ganancias.
Con el siguiente se adquieren las destrezas para manejar las cuentas de terceros inversores. Funciona gracias a que se le enseña al alumno, a diseñar por su cuenta su propia cartera, con la cual puede manejar las cuentas que desee. También aprende a configurarla según los análisis de los valores para hallar los más apropiados. Finalmente, el trader va a ser capaz de hacer un seguimiento y hacer modificaciones en tiempo real con un amplio criterio.
El último nivel está dedicado a aquellas personas que deseen ser un trader de profesión y trata de preparar a sus alumnos para presentarse al examen oficial. Se tratan temas ya relativos al ejercicio de la profesión en sí, y no solo en cuanto a los conocimientos teóricos y prácticos. Por ejemplo, entra en juego el código ético, la normativa y la legislación, bajo los cuales debe actuar un buen profesional del trading.
La experiencia
Estos cursos para formar traders no se limitan a dar estas herramientas únicamente, ya que el ejercicio de la profesión, requiere de la pericia que sólo otorga la experiencia. Después de las clases de teoría, los cursos dan clases prácticas en las que se aplican los conocimientos enseñados anteriormente.
Las prácticas se dan en mercados financieros reales bajo la supervisión de los profesores. Esto no solo es importante para asentar mejor el conocimiento, sino también para que el alumno adquiera experiencia previa antes de ejercer la profesión. Aquí se van probando diferentes estrategias para determinar cuáles son las que funcionan en los distintos mercados, las cuales se pueden aplicar con mayor tino al empezar a ejercer.
En este paso, el alumno va descubriendo cuál es su perfil de inversor, que no necesariamente será el mismo al de sus mentores o compañeros. Aquí va a ir determinando cuánto está dispuesto a perder, el tiempo que estima que va a tardar para obtener beneficios y cuáles son los capitales de riesgo para él.