La aparición, en los últimos días, de un virus en China, que se transmitió, en apariencia, a un ciudadano que llegó a Estados Unidos, despertó la alarma de los mercados el martes. Parece un motivo insólito, y en verdad lo es. La impresión que da, en verdad, es que cuanto más se estira el rally de las acciones de Nueva York más frágil parece, y un virus, cuyo alcance aún se desconoce, es más una excusa que una causa para entender la corrección bajista que experimentaron los índices principales en la víspera.
La preocupación apareció a mitad de la sesión americana, para retomar la calma más tarde, cuando se aseguró que la situación no era tan grave, y las ganancias reaparecieron. Pero, durante algunas horas, la caída de los índices, el alza del oro (que otra vez misteriosamente cayó antes de las noticias para dispararse en minutos), y la recuperación del yen, fueron protagonistas de la sesión.
Por otro lado, el dólar canadiense estará hoy en el centro de atención de los inversores. La publicación del índice de inflación de diciembre en Canadá, y el anuncio de política monetaria del BoC moverán en forma decisiva al Loonie, que por ahora se muestra muy tranquilo. El par USD/CAD cotiza a 1.3081, con una ligera tendencia alcista en el gráfico de 4 horas, y con una clara resistencia en 1.3105, máximo del mes hasta el momento. Es probable que el cruce apunte a dicho máximo apenas conocido el anuncio, dado que no se esperan cambios en los tipos de interés, que se mantendrán en el 1.75%. Pero será la posterior presentación del Gobernador de la entidad, Poloz, lo que determine la dirección final de la moneda canadiense. En el hipotético caso de una recuperación, el dólar canadiense tendrá objetivos en 1.3055 y 1.3030.
Mientras esto sucede, se acerca la ejecución del Brexit. Trascendió el martes que las cosas no serán realmente fáciles para Reino Unido, y que la Unión Europea no flexibilizará en absoluto las condiciones de la salida. Comienzan a endurecerse las negociaciones, y el gobierno de Boris Johnson estará en apuros. La situación comienza a impactar en la libra esterlina, que por ahora se mantiene por encima de 1.3000, cota que podría perder próximamente si el estado de cosas no mejora. El gráfico de 4 horas presenta una serie de máximos descendentes, el primero de los cuales fue el 13 de diciembre en 1.3515, que permite avizorar una caída adicional de la libra en los próximos días.
También el euro la tiene difícil. El gráfico diario tiene una clara figura de cambio de tendencia -hombro cabeza hombro-, que junto a una cercana línea de tendencia permiten pensar en una caída fuerte de la moneda única. El objetivo de la formación aparece lejos, en 1.0900, y la velocidad de la potencial caída podría situar dicho objetivo para la semana próxima. Claro que el jueves el Banco Central Europeo dará a conocer su anuncio de política monetaria, y allí residirá una de las claves. Si el discurso de la titular, Christine Lagarde, no es muy convincente, el camino bajista del euro parece cosa juzgada.
La sesión del miércoles luce entonces como muy interesante. Y si no aparece algo extraño, como el misterioso virus de estos días, la bolsa de Nueva York volverá a liderar una ola de optimismo en los mercados.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.
Adrián Aquaro
Trader College