Los últimos episodios de tensión geopolítica entre Estados Unidos e Irán han hecho volver la vista a los inversores hacia el oro, considerado tradicionalmente como un activo refugio por la descorrelación que muestra respecto a los índices de renta variable.
Considerando las distintas opciones que tiene el inversor que quiera optar por esta materia prima, la vía más adecuada es la entrada en oro físico mejor que en compañías mineras; que, además de la exposición al metal precioso, incorporan los riesgos inherentes de cualquier empresa.
Analizando la correlación a 5 años entre ambos activos vemos que es de 0,6, llegando a alcanzar niveles entre 0,42 y 0,69 en momentos puntuales.
Una opción de entrada a través de fondos de inversión sería el BGF World Gold Fund, un fondo global que invierte como mínimo un 70 % de sus activos totales en acciones de empresas cuya actividad predominante es la minería del oro; o el ETF VanEck Vectors Gold Miners, que replica el índice NYSE Arca Gold Miners (compuesto por las mayores compañías cotizadas dedicadas principalmente a la extracción de oro y plata). Si bien la mejor opción para invertir en oro y disminuir la beta de nuestra cartera, como apuntamos, sería a través del siguiente vehículo:
Wisdomtree Physical Gold: ETC diseñado para replicar los movimientos del precio del oro y respaldado por reservas propias de oro físico.
Andbank España
Un artículo del Observatorio del Inversor
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