Luego de un lunes que mostró un clima de negocios tenso pero muy mejorado respecto al viernes, en la fecha los mercados se aprestan a conocer uno de los datos más importantes del mes: el ISM de servicios de Estados Unidos de diciembre.
La medición trata de una encuesta anónima que se realiza a varios cientos de gerentes de compra del sector no manufacturero, y que se vuelca en un índice. La medición es clave, dado que este sector abarca más del 80% del PBI estadounidense, y suele ser un reflejo de como le irá a la economía en general el mes siguiente. La medición debe situarse por encima de los 50 puntos para marcar que el sector se encuentra en expansión.
El dato de septiembre de 2018 mostró un máximo desde mayo de 2006, con 61.6 puntos. Desde allí, el dato fue en caída, no libre, pero sí preocupante. Y fue en la medición de septiembre de 2019, conocida en octubre, cuando se acercó peligrosamente a los 50 puntos. Esto reforzó los argumentos de la Reserva Federal para recortar los tipos de interés por tercera vez consecutiva, como lo hizo en noviembre.
Para este martes, se espera que en diciembre de 2019 el ISM de servicios muestre un crecimiento moderado, a 54.5 puntos, frente a los 53.9 de noviembre. Si este pronóstico se cumple, el dólar podría verse fuertemente beneficiado en el corto plazo, luego de varios días de dudas.
El otro frente de noticias, que no está vinculado al calendario habitual, no da signos tranquilizadores. Desde Estados Unidos e Irán siguen enviando amenazas mutuas, y la tensa calma actual no significa más que una pausa, que naturalmente nadie quiere quebrar.
La tensión queda puesta de manifiesto en los altos precios de la onza de oro, activo de refugio por excelencia, que luego de llegar a 1588 dólares en la apertura semanal, cedió más de 30 dólares en el inicio de la sesión del martes, para recuperarse en estos momentos. La onza cotiza a 1568 dólares, y mantiene una clara tendencia alcista de corto plazo, aunque una corrección bajista más importante podría llegar al quiebre del mínimo del día hasta el momento, en 1555 dólares.
El euro y la libra esterlina se mueven en rangos estrechos de precios, sin señales claras para el resto del día. Los datos de la Eurozona apenas tienen impacto en la moneda única, en tanto la libra sí podría mostrar algunos cambios relevantes en los próximos días. Se acerca la ejecución del Brexit, que tendrá lugar el 31 de enero, y aunque el proceso de salida total será largo, el efecto sobre la moneda británica será importante. En principio, la libra tiene un buen camino alcista por delante.
En cuanto a la guerra comercial, desde China enviaron mensajes algo preocupantes: no habrá compras de materias primas de Estados Unidos por encima de lo ya acordado, aunque por ahora la firma del acuerdo “fase uno” no está en peligro, y sigue previsto para los próximos días.
Mientras todo esto sucede, los futuros de los índices bursátiles de Nueva York vuelven a crecer. Nada cambió mucho en dos días, pero la bolsa vuelve a brillar. Igual que el oro. Y, se sabe, si brillan el oro y la bolsa en igual medida al mismo tiempo, una de las dos partes cede en poco tiempo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College