Parece que el grupo industrial Ercros consiguió girar su tendencia en el último trimestre del 2019. Y por lo visto no le ha sentado nada mal su entrada al 2020 con un incremento del 5,08% en la jornada del 2 de enero, solamente quedando por detrás de la farmacéutica Pharmamar, Oryzon, el polémico valor de los supermercados Dia, y Solaria, en cuanto a las small caps se refiere.
Y es que desde que tocó 1,560 € allá a mediados de agosto, este valor no ha parado de recoger crecimientos. De hecho, en las últimas sesiones hemos llegado a presenciar aperturas con gaps importantes, que denotan, en parte, el empuje que lleva. Esto nos debería reconducir a quebrar la barrera psicológica de los 3 euros por acción que, visto lo visto, si mantiene el ritmo actual, podríamos llegar a verlo en los próximos días.
El siguiente nivel lógico podría entrar en torno a los 3,50, dejando «a tiro» la zona de los 5,50 € que se llegó a ver en agosto de 2018. En volumen, por norma general encontramos rangos no muy elevados, y cuando entra, el valor lo nota.
Las MA tanto de 50 cómo de 200 sesiones se encuentran por debajo actualmente. De hecho y cómo se puede comprobar, hace relativamente poco se realizó el cruce de la rápida sobre la lenta en dirección positiva. Pasando el Ichimoku, vemos que el valor está por encima de la nube, del Chikou Span y del Kijun-Sen, de nuevo otra señal de la tendencia alcista que llevamos.
En lo fundamental, hablamos de una empresa centenaria, de hecho, más de 200 años llevan a su espalda. Centran su actividad en la química básica, con un negocio muy sólido y diversificado por mercados y productos. Ercros (MC:ECR) nació en 1989 de la fusión de Cros SA y ERT, y encontramos grandes hitos cómo que, Aranjuez logró ser el primer fabricante de penicilina nacional (actualmente la única planta productiva del grupo enfocada al negocio de productos intermedios para el sector farmacéutico), Tortosa, único fabricante del componente Pentaeritritol y Dipentaeritritol (y 4º del mundo), utilizado para la fabricación de barnices, resinas e incluso para los transformadores de los molinos de viento; también tenemos la histórica planta de Sabiñánigo, centrada en el negocio del cloro y, en gran parte, producto para tratado y limpieza de piscinas.
De hecho, este último centro productivo, realizó una inversión recientemente para adaptar su sistema de emisiones con tecnología de membranas, siendo una de las pioneras en el sector y alineándose así con la normativa europea basada en la producción de cloro que lo estipula.
Su compromiso con el medio ambiente, así como la RSC también puede darnos alguna pista de hacia dónde pretende moverse la compañía. Tienen un producto, Ercros Bio, un bioplástico de nuevo desarrollo, elaborado a partir de la caña de azúcar (entre otros) completamente biodegradable que, a más a más, su producción reduce la huella de carbono entre 3 y 10 veces comparado con otros polímeros. Teniendo en cuenta la actualidad que vivimos respecto el ecologismo y los grandes retos que se nos proponen de cara al futuro, parece que Ercros está haciendo lo propio y puede que este sea uno de sus productos insignia que les diferencien y por tanto que marquen la diferencia. Los plásticos de un solo uso son totalmente comunes y cotidianos, pero cada vez están generando mayor problemática. Es hora de ir buscando alternativas.
Por todo esto anteriormente mencionado, considero que este título es interesante seguir muy de cerca y ver cómo va evolucionando durante los meses.
Carlos Lorente
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