Las restricciones y los obstáculos que las entidades bancarias han ido introduciendo en el acceso a la inversión inmobiliaria durante estos últimos años ha provocado que surjan nuevos modelos de inversión como el crowdfunding inmobiliario. Esta nueva estrategia de inversión se ha colocado en el punto de mira de los pequeños y grandes inversores del sector del ladrillo.
La opción de invertir dinero en bienes raíces siempre ha sido una de las preferencias de cualquier inversor, debido a la gran rentabilidad que este mercado genera. La mejora que ha introducido el modelo de crowdfunding es que no solo permite acceder a grandes inversores que pueden depositar elevadas cantidades de dinero, si no que permite ganar mucho dinero con una pequeña cifra.
Dentro de este nuevo panorama de inversiones de inmueble las agencias inmobiliarias online se han visto favorecidas ya que su adaptabilidad en la red de Internet las hace más atractivas a los ojos de las plataformas que gestionan estan inversiones. Incluso muchas de estas inmobiliarias han optado por ofrecer ellas mismas este servicio.
¿Cómo funciona el Crowdfunding inmobiliario?
Actualmente en España existen miles de plataformas online que gestionan el crowdfunding inmobiliario. Estas empresas se encargan de hacer diferentes propuestas de inversión a sus clientes basándose en un previo estudio de varios inmuebles a través de técnicas como la tasación de vivienda, para conocer el valor real del inmueble y si efectivamente ese bien puede producir rentabilidad.
En los estudios previos se tienen en cuenta varios factores como:
- La antigüedad del inmueble.
- Qué tipo de reforma se ha de realizar.
- Su ubicación.
- La finalidad que se le va a dar.
Una vez el inversor se haya decidido por algún proyecto y invierta en él, automáticamente se convierte en propietario de dicho bien raíz junto con otros inversores, de ahí el concepto de inversión participativa.
Todos los proyectos incluyen una especie de presupuesto que el inversor debe conocer previamente, para saber cuánto dinero va a desembolsar y en qué se va a utilizar dicho dinero. Además, también se establecen una serie de objetivos de rentabilidad que se esperan cumplir, a corto y largo plazo.
Una vez se ha haya cerrado el proyecto y la inversión, el inmueble se pone en alquiler o en venta. A partir de ese momento los propietarios participativos empezarán a obtener beneficios. En función a la cantidad de dinero que hayan invertido la rentabilidad será proporcional.
Crowdfunding inmobiliario: La inversión de los mileuristas
Siempre se ha pensado que para realizar inversiones en un mercado como el del inmueble se necesitaba tener mucho dinero, pero el crowdfunding inmobiliario ha puesto fin a esta creencia y ha potenciado las inversiones entre los mileuristas.
Esta tendencia de inversión participativa ha abierto paso a un sector que hasta hace unos años estaba reservado a: bancos, promotores, constructores, inmobiliarias y algunos ciudadanos con alto poder adquisitivo. Y es que, hoy en día, cualquier persona puede acceder al crowdfunding inmobiliario aportando pequeñas cantidades de dinero, desde 50 euros, que pueden convertirse en grandes beneficios.
Esto se debe, principalmente, a que las plataformas de crowdfunding inmobiliario están reguladas por la Ley 5/2015 de Financiación Empresarial, que tiene como objetivo limitar el riesgo de los inversores no profesionales, de manera que sí exige una cantidad máxima pero no una mínima.
La cantidad mínima, por norma general, se establece mediante un acuerdo entre el promotor del proyecto y la plataforma que gestiona dicha inversión. Esto favorece la eliminación muchas de las barreras de entrada que tradicionalmente habían caracterizado al sector de la inversión en el mercado del ladrillo.