La que se inicia es una semana de vital importancia para el euro, con varios informes y eventos que se irán conociendo en los próximos días, y que pueden definir el destino de la moneda única para los próximos tiempos.
El cierre del viernes –y la apertura del lunes-, mostró una recuperación del euro, luego de varios días consecutivos de baja. Finalmente, el objetivo de la figura de cambio de tendencia, cuyo objetivo aparecía en 1.0965, fue cumplido parcialmente, aunque una caída del dólar en varios frentes fue aprovechada por la moneda de la Eurozona para alejarse de la incómoda zona de 1.1000.
Y si bien habrá algunos datos relevantes antes, no será sino hasta el viernes cuando el euro pueda reaccionar. Para ese día, está prevista la presentación de la nueva titular del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, en Frankfurt, en una de sus primeras acciones púbicas luego de asumir su cargo formalmente el 1 de noviembre.
Pero el dato que tendrá verdadero peso sobre el euro es el de manufacturas de Alemania. Las últimas mediciones arrojaron cifras alarmantes, con guarismos cercanos a los 40 puntos, a 10 de los 50 cuya superación marca expansión del sector. Y dado que se trata de la primera potencia europea, una caída de esta medición es realmente preocupante. Una cifra superior a los 44 puntos le daría algo de alivio al euro, aunque aún quedan varios días por delante como para determinar en que estado llega la divisa a dicho dato.
El jueves, en tanto, se conocerán las minutas de la última reunión de política monetaria, la previa a la implementación del plan de estímulo de 30 mil millones de euros por mes que comenzó este mes.
Por el lado del dólar, el dato de la semana serán las minutas de la reunión de la Fed del 30 de octubre, en la que se decidió el recorte de los tipos de interés por tercera vez consecutiva. La medida, lejos de hacer caer al dólar, le dio fuerza.
Los índices bursátiles inician la semana en máximos históricos, al igual que buena parte de las acciones líderes. La pregunta es hasta donde podrán estirar sus rallíes, y no hay muchos argumentos para contradecir sus tendencias alcistas. Técnicamente, y dado que no hay antecedentes de valores similares a los actuales, las mediciones a través de Fibonacci expansión o invertido, según el caso, pueden dar algunas pistas certeras.
Respecto a la libra esterlina, no esperamos novedades importantes. El primer ministro Boris Johnson está llevando a cabo una campaña típica de quien sabe que va ganando las encuestas. Bajó el perfil, dejó de expresarse con extravagancias, y deja que pase el tiempo, hasta el 12 de diciembre. Si gana, su problema será llegar a un acuerdo con Bruselas para retirar a Reino Unido, y ello sí parece difícil.
El otro frente abierto que impacta en los mercados, la guerra comercial, entra en una nueva semana de definiciones. El presidente Trump, con su estilo habitual, por momento se muestra partidario de llegar a un acuerdo, y por otros con ganas de sancionar de nuevo a China, y tirar por la borda cualquier tipo de avance. La bolsa, por ahora, espera un acuerdo.
Este lunes luce como un día de escasos movimientos, como todos los lunes. Salvo que Trump haga funcionar su Twitter.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College