Destaca el potencial alcista del gigante tecnológico. Advierte del riesgo de la guerra comercial para la cotización de la compañía.
Por Antonio Jaureguízar (Noesis)
Desde el estricto punto de vista técnico, la cotización de Apple se mantiene por encima de las directrices de medio y corto plazo, con objetivos en los 266 dólares, 275 dólares y 288 dólares, y puntos de control en los 235 y 213 dólares por acicón. Sólo la pérdida de los 188 y 172 dólares supondría un cambio de medio plazo que haría pasar la acción de ‘alcista’ a ‘neutral’.
Con estos niveles, y aceptando que la tendencia es alcista desde junio de 2019, podemos plantear tres opciones de inversión en función de la agilidad con que nos movamos en el mercado y el plazo temporal de la inversión que planteemos, por supuesto limitando el riesgo con los correspondientes ‘stop loss’ de protección del capital.
1. El primer punto de entrada lo encontramos en los 237,48 dólares, ligeramente por encima del soporte en 235,66 dólares. Aquí podemos plantear una toma parcial de beneficios al acercarnos a la resistencia en 266,07 dólares, con venta en el entorno de los 288,09 dólares.
2. El segundo punto de entrada aparece en los 215,98 dólares. Es decir, en el entorno del segundo soporte situado en los 213,88 dólares. Aquí podemos plantear toma parcial de beneficio al acercarnos a los 235 dólares y salida en el entorno de 266 dólares.
3. El tercer punto de entrada estaría en los 172 dólares, cercano al tercer soporte en 170,11 dólares. Aquí podemos plantear toma parcial de beneficio en los entornos de soporte 1 y 2 -al 25%, por ejemplo- y dejar correr los beneficios hasta las resistencias 1 y 2 para el 50% restante.
Solo una consideración: en caso de que esperemos la posibilidad de entrar en el entorno de los 172 dólares, es muy importante distinguir si la caída en la cotización se debe a factores externos a la compañía (‘impeachment’ del presidente Trump, recrudecimiento de la guerra comercial con China…) que pueden provocar lo que en el mercado se conoce como momentos de pánico, o a factores internos a la misma, relacionados, por ejemplo, con alguno de los productos que comercializa.
En el primer caso estaríamos ante una situación coyuntural (de las que el mercado suele recuperarse con relativa rapidez). En el segundo, sería una situación estructural de la compañía, que tiene solución más lenta y compleja.