La deuda global total / PIB (incluida la deuda no gubernamental) nunca ha sido tan alta. Las deudas no se pagan
La deuda global, tanto pública como privada, ha alcanzado un nuevo récord de 188 billones de dólares (170 billones de euros) y equivale al 230 % del producto interior bruto (PIB) mundial, según ha advertido la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. La búlgara ha advertido de que abordar este problema «es más importante que nunca», porque el nivel récord actual de la deuda plantea riesgos para la estabilidad económica y financiera. Asimismo, Georgieva ha indicado que una deuda elevada también puede convertirse en un lastre para el crecimiento y el desarrollo. La directora del FMI ha señalado que los elevados niveles de deuda «hacen a muchos gobiernos, empresas y hogares vulnerables a un endurecimiento repentino de las condiciones financieras» son los comentarios más escuchados en los últimos días. La pregunta es ¿se pagan las deudas o no?», me dice el analista jefe de un banco de inversión. «Va a ser que no», sentencia.
Holger Zschaepitz@Schuldensuehner
Trevor Noren@trevornoren
Holger Zschaepitz@Schuldensuehner
Lo mejor de esta situación es que no es nueva, lo que permite abrigar esperanzas de que, como en otras ocasiones, saldremos de la ciénaga ¿Cuándo? La ignorancia, ya sea interesada o no, de los efectos que las deudas excesivas pueden tener en el patrimonio de particulares, empresas e instituciones o, en su caso, la falta de requisitos exigidos antes de concederla, como sucedió en la gran formación de la burbuja inmobiliaria, la madre de todas las burbujas, ya es vieja conocida. Ahora, hay otras enormes burbujas como las de los bonos, los tipos negativos y los bonos corporativos. Autores como Marc Reffinot apuntan que un fenómeno parecido ya sucedió en la década de 1930 tras el Crack del 29 y, pese a contar con esa experiencia, se permitió volver a endeudarse al cabo de los años siguientes…unos cuarenta años después.
La mayor parte de los ciudadanos y familias somos más pobres desde la Gran Crisis, pero los que han contraído un gran endeudamiento son los que peor lo están pasando y los que peor lo pasarán ante la imposibilidad de obtener nuevos créditos para tapar agujeros en caso de extrema necesidad. Además, los acreedores imponen condiciones más duras, pero a los tipos negativos.
¿Las deudas tan abultadas se pagan o no? No es hay que descartar que a partir de ahora se hable de condonar parte de la deuda, como hace tiempo se condonó la deuda externa, porque las medidas de excepción de Estados Unidos se mostrarán insuficientes. La progresiva aparición de más y más países lastrados por su enorme deuda causó a finales del siglo XX una conciencia general en muchos sectores sociales de la necesidad de la condonación de la deuda externa a los países del tercer mundo incapaces de pagarla.
Ahora se pretenderá algo similar con la deuda de las familias, aunque esta idea haya encontrado una fuerte resistencia entre diferentes sectores de los países inmersos en la causa, que se resignan a pagar de su bolsillo lo que han dilapidado otros. Las deudas hay que pagarlas, pero intuyo que todos, endeudados o no, pagaremos las consecuencias. Salvo condonaciones masivas.
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa