La farmacéutica dibuja una estructura de máximos y mínimos crecientes.
Por Álvaro Gimenez-Cuenca (XTB)
Rovi presentará resultados el próximo 7 de noviembre, donde se prevé una fortaleza en los ingresos operativos además de un una mayor presión en los márgenes. Uno de los principales catalizadores en la trayectoria alcista es la fase expansiva en la que se encuentra la farmacéutica. No actúa en mercados con demasiada variedad de producto pero su escasa competencia le hace estar bien situada. Se trata de una compañía que tiene un balance saneado además de una deuda controlada.
Desde el punto de vista técnico, la acción se mueve en el rango superior formado durante el último año. Tiene una estructura a medio plazo claramente alcista, dibujando una estructura de máximos y mínimos crecientes que apunta a nuevos máximos históricos. Destacamos especialmente el periodo de mayo a septiembre donde acumula las mayores subidas de 2019. El RSI no se encuentra cerca de la zona de sobrecompra, lejano del nivel 70, por lo que no observamos ningún síntoma de agotamiento de tendencia.
Dadas las perspectivas positivas de la acción, nuestra estrategia sigue siendo alcista. Situamos un primer objetivo en la cotización en los 24,4 euros por acción, sus máximos históricos. Marcariamos como nivel de salida la última zona de soporte dibujada por el título en los 20 euros por acción. En el caso de que la acción rompa máximos históricos y entre en subida la libre, ajustariamos el ‘stop loss’ en proporción a la subida del título, minimizando al máximo el riesgo de la operación.