¿Por qué suben las Bolsas con la actual coyuntura internacional? Es una de las preguntas más recurrentes que podemos ver entre los inversores. De manera que voy a hablar un poco sobre esta cuestión.
Nos encontramos en la expansión económica más larga en la historia de los Estados Unidos. Acumula ya 123 meses y sumando
Gráfico: Charlie Bilello
Pero los inversores se encuentran divididos entre los que creen que las Bolsas continuarán subiendo y aquellos que piensan que estamos ante una burbuja y que estallará pronto. En realidad, para matizar y poner esta disyuntiva en contexto, se trata de que muchos creen que no tiene sentido que la renta variable no haya caído con relativa fuerza atendiendo a todos los elementos de incertidumbre existentes (Brexit, desaceleración económica global, guerra comercial USA-China). Y es cierto que aun con todos estos elementos desestabilizantes, el mercado sigue aguantando estoicamente, algo que antaño hubiese sido del todo impensable.
Bueno, para eso contamos con el Vix (volatilidad) como medida para calibrar en todo momento el nivel de nerviosismo que los inversores puedan tener.
Un argumento que utilizan para hablar de burbuja en los mercados: los mercados han subido mucho y toca corregir, así de sencillo. Es cierto que la última década ha sido muy buena para las acciones, ya que el S&P 500 se ha más que triplicado desde sus mínimos después de la crisis de 2008.
Gráfico: Aswath Damodaran
Pero ésto se puede desmontar fácilmente, no solo subieron los precios de las acciones y si los precios de las acciones hubiesen subido un 230%, como así hicieron en la última década, y nada más hubiera cambiado, sería fácil argumentar que las acciones están sobrevaloradas, pero ese no es el caso. La misma crisis que lastró los precios de las acciones en 2008 también hundió las ganancia. Tenga en cuenta que, si bien las acciones han subido un 230% en el período de diez años desde el 1 de enero de 2009, las ganancias, por su parte han aumentado un 212% durante el mismo período.
Gráfico: Aswath Damodaran
Otra de las tesis predominante entre los inversores para justificar todo esto sería que los poderosos bancos centrales establecen políticas monetarias para apuntalar artificialmente los precios de las acciones y de los bonos,
Las tasas de interés de los bonos del gobierno han caído a mínimos históricos en la última década. Eso es cierto no solo en Estados Unidos, sino en todos los mercados desarrollados, con tasas de bonos a 10 años en euros, francos suizos y yenes japoneses que cruzan el umbral cero para volverse negativas. Digamos que este argumento es más razonable, no se puede discutir que la mano de los bancos centrales ha tenido mucho que ver en que las Bolsas suban al margen de la coyuntura económica internacional.
El cuadro a continuación compara el rendimiento anualizado del S&P 500 en términos de rendimiento total con el rendimiento anual promedio en plazos similares. En cuanto al último año (hasta el 30 de septiembre), el rendimiento total del S&P 500 es del 4,3%, que es menos de la mitad del rendimiento total promedio histórico de un año del 11,7%. En cuanto a las cifras de rendimiento anualizado de dos y cinco años, los rendimientos actuales están apenas por encima de su promedio histórico. Si bien el rendimiento anualizado de diez años está casi tres puntos porcentuales por encima del promedio histórico, la ganancia anualizada actual de 20 años del 6.3% está muy por debajo del promedio histórico del S&P 500 de 11.0%.
Gráfico: Bespoke
Y por último, un apunte interesante que deja Jeroen Blokland: el S&P 500 tendría que caer un 14% desde el nivel actual para que coincida con la caída del ISM a 47.8. Afortunadamente, otros factores también afectan a los mercados de valores, de manera que no tiene por qué ser así.
Gráfico: Bloomberg
¿Mi opinión sobre todo lo tratado? Miren, los mercados no se mueven por la realidad, sino por expectativas, por lo que se crea que va a pasar. Así de sencillo y de complejo a la vez. Los inversores vienen de una inercia alcista durante años y cambiar el chip nunca es algo que se haga a la ligera. La realidad es que están convencidos de que de una manera u otra, se resolverán los focos de incertidumbre, en unos casos con diálogo (Brexit, guerra comercial) y en otros casos con la mano de los bancos centrales (desaceleración de la economía global). Pero la verdad es que a día de hoy, al menos en los dos primeros elementos (Brexit y guerra comercial) nadie sabe qué va a suceder, les aseguro que ni las partes implicadas, por lo que el optimismo de los inversores, o mejor dicho, su halo de esperanza, no deja de ser una mera expectativa, y como tal está sujeta a ser corroborada o descartada llegado el caso. Pero bueno, sabemos que precisamente son las previsiones y las expectativas las que mueven el cotarro y los mercados, por lo que mi opinión cuenta poco al respecto.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es