El Economic Surprise Index es un índice elaborado por Citigroup que mide la diferencia que existe entre las expectativas de los economistas en lo concerniente a los datos macro y los datos macro oficiales que se publican.
La idea general es que si la tendencia del índice es alcista implica que los datos macro publicados oficialmente han estado por encima de las estimaciones o expectativas del mercado, mientras que una tendencia bajista sugiere lo contrario, que los datos macro han salido finalmente peor de lo esperado.
Este mismo índice también se elabora para los datos macro de diversas regiones, de manera que no solamente es para Estados Unidos, también rastrea en zonas como la Unión Europea y Asia.
Hay que recalcar que se trata meramente de un indicador más, es decir, no es ni mucho menos la panacea. Fíjense que hace unos años, en 2015 y 2015 el indicador era positivo porque las noticias y los datos macro eran favorables y superaban las previsiones. Como es lógico, el S&P 500 subía, por lo que se puede decir perfectamente que existía una correlación favorable. Pero ya desde el año pasado la cosa comenzó a cambiar, puesto que el Economic Surprise Index pasaba a terreno negativo mientras que el S&P 500 mantenía su fortaleza. Una razón para poder explicar este hecho, esta divergencia sería la siguiente: al caer este indicador ya sabemos que implica que las referencias macro publicadas son peor de lo esperado, y a esto se agarraban los inversores, puesto que unas buenas noticias impedirían a la Reserva Federal bajar tipos de interés.
El siguiente gráfico muestra el índice desde el año 2003, las zonas en rojo muestran aquellos períodos en los que el índice fue negativo durante al menos 100 días de negociación. El período más reciente de lectura negativa fue uno de los más largos de la historia con 140 días de negociación.
Por cierto, y a modo de curiosidad, también existe el índice elaborado por Bloomberg, el cual tiende a ser parecido. Aquí pueden ver su comparativa:
En estos momentos, la brecha entre el índice de sorpresas económicas de Estados Unidos y el de la zona euro se amplía, llegando a niveles de junio 2018. En el gráfico pueden ver el de EE.UU. en color naranja y el de la Eurozona en color lila. El primero está en positivo (superó la línea horizontal que marca 0 y el segundo se mantiene por debajo de dicha línea. Aunque no aparezca en el gráfico, el indicador de Japón también está en terreno negativo.
Por tanto, este indicador refleja la importancia de las expectativas por encima de la realidad, la relevancia de las previsiones por encima de los datos oficiales.
¿La Fed lo sigue de cerca de cara a fijar su hoja de ruta en lo concerniente a la política monetaria? La Fed se centra realmente en los datos en sí, por tanto el indicador no es una de sus prioridades.