He sido un año muy tumultuoso en cuanto a nuevos anuncios de salidas a bolsa. Mientras que algunas de las OPV más esperadas — Uber Technologies Inc y LYFT Inc— no cumplieron con las expectativas; otros participantes poco conocidos, como Beyond Meat Inc y Zoom Technologies Inc, se convirtieron en las nuevas niñas bonitas de los inversores.
El mes pasado, sin embargo, se observaron las señales más claras hasta ahora para los emisores de que el interés por las nuevas salidas a bolsa se está agotando rápidamente, especialmente por las de las empresas que aún no han producido beneficios.
A continuación, discutimos tres de las últimas OPV protagonistas de los mayores fiascos del año, destacando la incertidumbre en torno a la economía y los mercados que está provocando que los inversores permanezcan al margen.
1. Peloton Interactive
La neoyorquina Peloton Interactive Inc (NASDAQ:PTON), conocida por sus bicicletas estáticas de alta gama, es una de esas marcas que no impresionaron a los inversores en los mercados públicos.
Peloton, que fue capaz de recaudar más de 1.160 millones de dólares en su salida a bolsa el 25 de septiembre, cotiza casi un 15% por debajo de su precio de cotización de 29 dólares por acción, convirtiéndose en uno de los mayores fracasos entre las empresas que recaudaron al menos 1.000 millones de dólares en los últimos 10 años.
Con más de 1,4 millones de miembros, Peloton se describe a sí misma como la «plataforma de fitness interactiva más grande del mundo». También tiene una aplicación que vende sus programas de ejercicios a usuarios que no han adquirido su hardware pero están dispuestos a pagar una cuota de suscripción mensual para las clases. La compañía vende su suscripción básica «connected fitness» por 39 dólares al mes y bicicletas a partir de unos 2.000 dólares.
Si bien la compañía ha mostrado una buena trayectoria de crecimiento de ventas, perdió 196 millones de dólares en ventas de los 915 millones de dólares durante los 12 meses de 30 de junio a 30 de junio, según la información. Eso contrasta con el descenso de 48 millones de los 435 millones de dólares en ventas durante el mismo período un año antes.
2. SmileDirectClub
SmileDirectClub (NASDAQ:SDC), el fabricante de alternativas a las ortodoncias, recaudó 1.350 millones de dólares el mes pasado en la quinta OPV más grande de este año, pero su destino no fue diferente al de los otros grandes fracasos.
Sus acciones, que cotizaban a 13,21 dólares el lunes, han caído más de un 40% con respecto a su precio de salida a bolsa —una recepción en el mercado público que sorprendió a los inversores ya que el modelo de negocio de la compañía parece bastante atractivo.
SmileDirectClub envía alineadores transparentes directamente a los clientes, cuyo progreso es supervisado a distancia por dentistas acreditados u ortodontistas. Los clientes pueden o bien acudir a un SmileShop y obtener una imagen 3D gratis de sus dientes o comprar un kit online para hacer una impresión de sus dientes para enviar por correo a SmileDirectClub. Un profesional dental revisa después la información y prescribe los alineadores si lo considera adecuado.
La compañía dice que el plan de tratamiento medio dura alrededor de seis meses, considerablemente menos tiempo que los 12-24 meses que deben mantenerse las ortodoncias tradicionales. SmileDirectClub afirma que su tratamiento cuesta menos del 60% que cualquier procedimiento tradicional de ortodoncia.
SmileDirectClub hizo 423.2 millones en ventas el año pasado, registrando un aumento del 190% con respecto al año anterior. Pero para generar esas ventas, tuvo que gastar mucho en marketing y las ventas aumentaron a más del triple hasta 213,1 millones en 2018 frente a los 64,2 millones de 2017. Estos gastos más que duplicaron sus pérdidas hasta alrededor de 75 millones en 2018 frente a los 33 millones de dólares del año anterior.
3. WeWork
WeWork, con sede en Nueva York, que arrienda y posee espacios en edificios de oficinas y luego normalmente alquila escritorios a clientes que van desde startups hasta corporaciones, retiró oficialmente su oferta de OPV ayer tras no conseguir el apoyo que necesitaba para salir a bolsa.
El camino para convertirse en una empresa que cotiza en bolsa fue tan tumultuoso para WeWork que le costó a su cofundador y director ejecutivo, Adam Neumann, su puesto de trabajo: dimitió la semana pasada después de que la junta expresara sus preocupaciones en torno al Gobierno corporativo y al agresivo crecimiento de la startup, que pierde dinero.
La debacle de WeWork en el mercado público también indica una marcada diferencia en la valoración de los inversores de una empresa que tiene un enorme respaldo de inversores privados. WeWork, por ejemplo, ha recaudado más de 12.000 millones de dólares desde su fundación hace nueve años, pero nunca lo ha convertido en beneficio.
La compañía se había propuesto una venta de acciones de alrededor de 3.500 millones de dólares en septiembre, según informes de los medios de comunicación, pero su folleto no convenció a los inversores que no vieron un camino claro hacia la rentabilidad.
Haris Anwar
Un artículo de investing.com