Entendiendo lo que sucede
Argentina está en recesión desde el año pasado y una inflación que alcanzó el 22,4% en el primer semestre y que puede llegar a más del 50% al final del año. Necesitaba tranquilidad para hacer las cosas bien, pero hay sucedido todo lo contrario.
¿Por qué se han vivido reacciones tan duras tras las recientes elecciones? Pues porque aunque el candidato a presidente del peronismo, Alberto Fernández, tiene un perfil moderado, los mercados desconfían de su candidata a vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner (presidenta entre 2007 y 2015). Resumiendo: se podría decir que los inversores temen que el peronismo adopte decisiones que restrinjan el libre comercio, como posibles controles de capitales, de precios y abandono del plan de ajuste que Mauricio Macri acordó en su día con el Fondo Monetario Internacional tras solicitar un rescate por valor de 57.000 millones de dólares el año pasado.
El hecho de que el dólar esté fuerte está lastrando a los mercados emergentes y especialmente a los argentinos, que ven como la fuga de dinero es una realidad. Una fuga de capital motivado por el temor a que haya un corralito, experiencia que tienen reciente en 2001-2002. En efecto, el 3 de diciembre de 2001, Argentina sufrió un corralito decretado por el presidente Fernando de la Rúa, una restricción a la libre disposición del dinero en efectivo depositado en las entidades bancarias por parte de los titulares de las cuentas. El corralito comenzó con la limitación a 250 dólares de retirada de efectivo, pero terminó con la restricción total y con la congelación de los depósitos de ahorradores. El cierre bancario se prolongó casi un año. El 2 de diciembre de 2002 se anunció la liberación de los depósitos retenidos, se acabó con la equiparación peso/dólar y se inició la devaluación.
Los inversores huyen de los activos argentinos ante el riesgo de nuevos controles de capitales o un impago de la deuda, así de sencillo. Y no olvidemos que el país tiene mucha deuda en moneda extranjera con vencimiento, 30.000 millones de euros (14.000 en vencimientos de deuda en divisa extranjera + 16.600 en deuda en pesos).
Los principales bancos argentinos tuvieron que hacer frente a la preocupación de los ahorradores ante el nuevo control sobre el cambio de dólares. Después de las medidas por parte del gobierno entre el viernes y el domingo para intentar frenar la devaluación del peso argentino frente al dólar y la fuga de divisas, se concentraron en largas colas a la espera de que abrieran sus puertas desde primera hora de la mañana.
Compañías españolas expuestas
Más de 300 compañías españolas están en Argentina. Principalmente en los sectores financiero, telecomunicaciones, metalurgia y automoción, lo que convierte a nuestro país en uno de los principales socios comerciales.
España es el segundo país extranjero, después de Estados Unidos, con mayor exposición a Argentina, ya que cuenta con casi 6.000 millones de inversión. Una presencia se ha reducido durante los últimos años por la inseguridad jurídica, pero Argentina sigue siendo una importante fuente de ingresos para muchas empresas españolas.
También es cierto que la inversión española en el país sudamericano lleva años descendiendo desde que en el 2010 marcara máximos históricos con 9.150 millones de euros. Una de las causas fue la complicada relación del gobierno de Cristina Kirchner con las empresas españolas.
El principal problema para las empresas españolas en Argentina es la inflación y la cotización del peso. Si los precios suben, todos los costes que deben pagar las empresas españolas se incrementan y sus ventas caen ante una escalada inflacionista, reduciendo sus márgenes y bajando su rentabilidad. Tengan en cuenta que las empresas españolas cobran en pesos y luego al llevarse el dinero, el beneficio se pasa a euros.
Codere: un 38% de su Ebitda en el primer trimestre tuvo su origen en Argentina, lo que convirtió al país latinoamericano en su principal mercado y le supone el 22% de los resultados del grupo.
Prosegur: la compañía sufrió un impacto de 6,57 millones de euros por la inflación del peso en el primer semestre de 2019.
BBVA: entró en 1996 en Argentina con la compra de Banco Francés, que es la entidad más antigua del país. El 5,3% de los resultados del grupo provienen del país sudamericano.
Santander: presente desde la década de 1960 en Argentina, es el principal banco privado de Argentina. El beneficio de Santander Argentina fue de 73 millones en el primer semestre de 2019, una cantidad que supone el 1% del negocio frente a los 4.045 millones que generó en todo el mundo.
Telefónica: cuenta con presencia en el país a través de su filial Hispam Sur. Está en el top de las operadoras de telecomunicaciones junto con Claro y Telecom. Cuenta con una exposición del 4,7%, y durante los últimos meses ya se ha planteado una desinversión en el país con el objetivo de continuar reduciendo deuda y el riesgo divisa.
Dia: Argentina es su tercer mercado tras España y Brasil y cuenta con 950 tienda. Lleva 20 años y este mercado le supone el 15% de sus ventas brutas.
Naturgy: para la compañía Argentina es el país con menores ingresos de la región Latam sur, solo superado por Brasil y Chiles, concretamente le supone el 3,6% de los ingresos totales de la compañía.
Mapfre: tiene una cuota de mercado muy pequeña, pero ofrece seguros de hogar y coche en el país argentino.
El derrumbe del peso argentino
El lunes había clientes asustados ante el temor de perder sus ahorros y formaban largas colas a las puertas de varios bancos para retirar dólares o pesos de sus cuentas, pese a que el Gobierno garantizó que el sistema financiero era solvente.
Los bonos internacionales en dólares de Argentina alcanzaron mínimos históricos el lunes. El peso argentino caía el lunes un 3% a 63 unidades por dólar. La moneda argentina, en su cotización mayorista, acumuló una caída del 26,26% en agosto y un 36,66% en lo que va de año.
Argentina estrenó sus medidas de control cambiario en un intento de detener la subida del dólar y frenar la fuga de divisas ante el agravamiento de la crisis tras la derrota del presidente Mauricio Macri en las primarias de agosto, que aleja sus posibilidades de lograr la reelección.
La vida da muchas vueltas, Macri siempre criticó las restricciones cambiarias durante el gobierno de Cristina Fernández, pero ha tenido que cambiar su decisión después de que las reservas monetarias de Argentina cayeran 13.793 millones de dólares en agosto, hasta los 54.098 millones.
Con estos límites impuestos en el mercado de cambios, el Gobierno buscar lograr una mayor estabilidad cambiaria y proteger al ahorrador. De momento se ha logrado contener la debacle del peso argentino.