Nos acercamos poco a poco al momento de la verdad, a la fecha límite, el 31 de octubre, momento en el que Reino Unido abandonará la Unión Europea. La cuestión es cómo lo hará, si será un divorcio acordado entre las partes o bien será una estampida a las bravas sin acuerdo que valga. Esta es la cuestión clave, ya que dependiendo de la modalidad asistiremos a diferentes consecuencias.
Vamos a ver en primer lugar las consecuencias económicas de un Brexit y acto seguido qué compañías españolas cotizadas son las que están más expuestas y por qué.
¿Qué consecuencias económicas supondría?
La mala noticia, a día de hoy, es que el último movimiento de Boris Johnson no invita demasiado al optimismo. Y es que la decisión de suspender durante 5 semanas el Parlamento podría dificultar que los diputados frenasen un Brexit sin acuerdo.La realidad es que un ‘hard’ Brexit tendría una incidencia negativa en la economía de Reino Unido porque podría entrar fácilmente en recesión (el PIB sería un 5% más bajo respecto a un PIB con un Brexit negociado).
Además, habría un problema con las compañías financieras que están en Reino Unido y su acceso al mercado comunitario, se impondrían aranceles, habría que resolver el problema de la situación legal de los residentes europeos en Reino Unido y de los británicos en Europa.El sector automovilístico europeo sería uno de los más golpeados, perderá unos 70 millones de libras diarios, mientras que el precio medio de un automóvil podría subir en torno a las 1.500 libras, debido a los nuevos aranceles.
Ya hay dos marcas que movieron ficha: Honda anunció el cierre de una planta en Swindon en 2021, Ford recortará el tamaño de su planta en Bridgen.
La cuestión es que todo el tema está frenando las inversiones en el sector y los fabricantes se ven obligados a poner el punto de mira en otros lugares de Europa.Respecto al empleo, se estima que Reino Unido perdería 526.830 puestos de trabajo, Alemania 291.930, Francia 141.320.
España, en este sentido, sería de los países menos perjudicados.Si nos centramos en nuestro país, hay que decir que nuestra economía está expuesta a Reino Unido porque este es el segundo país receptor de inversiones españolas, el primer emisor de turistas y el quinto destino de las exportaciones, sin olvidar que los ingresos procedentes de turistas británicos representan casi el 25% del total de los ingresos por turistas en España.
Los sectores más expuestos son el de la automoción, ya que el 30% de las exportaciones españolas se dirigen a Reino Unido; los bienes protegidos por indicaciones geográficas, como vinos, bebidas espirituosas o alimentos; y el sector financiero. El turismo, una de las joyas de la corona, también se vería afectado (el impacto de la devaluación de la libra supone a los británicos que les resulte más caro viajar al extranjero), uno de cada cinco turistas que llegan a España viene de Reino Unido y éstos se dejaron el año pasado más de 18.000 millones de euros.
Qué compañías españolas que cotizan en Bolsa se verían más afectadas
El Brexit supondría una rebaja de los beneficios procedentes del país británico debido a la depreciación de la libra y los potenciales incrementos de impagos, sin olvidar los costes regulatorios. El cambio normativo y el establecimiento de fronteras implica dificultades logísticas para toda compañía que importe o exporte productos y servicios. La depreciación de la divisa británica supone que los precios de los bienes comprados al exterior aumentan y repercuten en los costes de las compañías y por tanto en el precio final.
IAG: es una de la más afectadas. teme bastante la incertidumbre viene por la regulación, ya que sería más complicado interpretar que menos de la mitad de sus accionistas son europeos, aparte que se producirían cancelaciones de vuelos y un caos. El Corte Inglés, que podía haberle supuesto un balón de oxígeno, ha dicho que está en su accionariado pero no la controla.
Banco Sabadell: el banco es propietario del británcio TBS, que tiene un peso del 21% en sus cuentas.
Ferrovial: tiene la gestión aeropuertuaria de varios grandes aeródromos británicos. En tono al 20% de sus ingresos provienen del Reino Unido.
Banco Santander: tiene en Reino Unido su tercera mayor fuente de beneficios ordinarios, con el 14% del total.
Telefónica: sufriría con la depreciación de la libra al ser el consumidor final su principal vía de ingresos. Reino Unido supone casi el 15% de sus ingresos.
Inditex: se vería afectada pero menos que el resto de compañías del Ibex 35.
En líneas generales, más de 250 compañías españolas tienen una sede o filial en el país anglosajón, en sectores tan diversos como el hotelero (Meliá o NH), el textil (Inditex o Pepe Jeans), la reparación de equipos (Syncreon) o los aparatos sanitarios (Roca). Pero la idea a tener en cuenta es que los que mayor presencia tienen son el sector financiero (Santander, Sabadell), el energético ( Iberdrola) y el de telecomunicaciones (Telefónica).
¿Qué pasará con la libra esterlina?
El potencial de depreciación de la libra es incuestionable ante la incertidumbre política y la creciente fragilidad de la economía frente a un Brexit sin acuerdo.
La libra no es que esté cayendo ahora, lleva unos años en tendencia bajista debido a la incertidumbre provocada por el proyecto de salida de la Unión Europea votado por los británicos el 23 de junio del 2016. Fíjense que la moneda británica ya marca mínimos del año 2009 contra el euro y del año 1985 frente al dólar (se ha depreciado un 18% contra el dólar estadounidense y un 16% contra el euro).
Algunos empiezan a hablar de la paridad entre el euro y la libra, cosa se me antoja difícil de ver. De momento, los cálculos basados en el mercado de opciones muestran alrededor de un 6,4% de posibilidades de ver la paridad en el próximo año, notablemente superior al 0,2% de principios de marzo. En mi opinión el primer objetivo de la subida de EUR/GBP se encontraría en torno a 0,9430.
Respecto al dólar frente a la libra (EUR/GBP) podría perfectamente caer a 1,10-1,12.