No cabe duda de que el par EUR/USD es el cruce insignia del mercado de divisas. Para cualquier operador con cierta experiencia, un primer vistazo al EUR/USD es la acción con que abre un análisis diario, y a partir de su precio se puede deducir el precio de otros pares, lo cual además es un buen ejercicio práctico.
En estos días, el par más importante del mercado se muestra algo dubitativo. El dólar tiene por delante un recorte de tipos de interés por parte de la Fed, probablemente en septiembre, en una medida que el organismo toma después de que menos de un mes antes dejara saber que no sería política desde ahora hacerlo. Es evidente que los temores a una recesión próxima se han acrecentado en los últimos días, sobre todo a partir de la devaluación del yuan impuesta por el gobierno de China, la cual fue desmentida y suavizada apenas 24 horas después.
Desde allí, una sucesión de amenazas mutuas entre las dos primeras potencias globales dio lugar a una escalada en la guerra comercial, que si bien parecía favorecer primero a Estados Unidos, luego a China y luego a nadie, tiene al dólar como uno de los perjudicados en primera fila.
Los máximos de poco menos de tres años del yen y los de más de seis años del oro son elocuentes: el dólar no es la moneda favorita en estos días, y seguirá sin serlo en tanto el conflicto con China no ceda. Y este no da señales de aflojar un solo paso. La República Popular sigue tomando medidas, y hasta Donald Trump se mostró algo más suave el lunes, afirmando que, al fin y al cabo, se puede negociar y volver atrás algunas medidas. Hombre difícil, pero que cuando se ve claramente en apuros cambia de rumbo como si nada ocurriera.
El euro, en tanto, tiene sus propias penas. El Banco Central Europeo prepara un paquete de liquidez cuya dimensión se desconoce, pero que intentará hacer llegar a las pymes a través de tasas negativas a los bancos, impidiendo que el dinero destinado al crecimiento sea depositado en el propio BCE. Si Usted creía que los bancos son difíciles en su país, solo mire lo que sucede en Europa.
Al plan de estímulo se le sumará un recorte de tipos de interés. Este, largamente anunciado, ya no asusta. Pero las medidas deberán ser contundentes para revertir el trago amargo que está dejando la economía de la Eurozona en estos meses. A las paupérrimas cifras de manufacturas, se le suma la encuesta IFO, ambos en Alemania, y ambos con cifras que parecen llegadas del tercer mundo, o del cuarto.
La libra Esterlina sigue bailando al compás de un personaje imprevisible, por llamarlo de manera generosa, como Boris Johnson. El primer ministro, que habrá soñado serlo en un momento menos delicado que este, dijo que retirar a Reino Unido de la UE sin acuerdo será muy fácil. Mientras tanto, el Parlamento reúne votos para destituirlo.
Mientras todo esto pasa, nos espera como dato de importancia el índice de confianza del consumidor del Conference Board, a las 10:00 del este. El dato, con bajo impacto en los precios, pero muy seguido por los operadores, es el único evento de un día que pinta como para ser bastante parecido a un lunes sin muchos atractivos. Lo mejor estuvo al inicio de la sesión, pero lentamente se fue desinflando y fue un lunes más. ¿Aparecerá Trump y sus bravatas? ¿Seguirán Macron y Bolsonaro a los insultos? ¿O acaso Salvini o Johnson serán protagonistas? Últimamente, estos señores son los que marcan el ritmo de los mercados, aunque parezca insólito.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.
Adrián Aquaro
Trader College