«Los bancos centrales no pueden salvar la economía mundial, ya que los principales choques políticos se están convirtiendo en choques económicos»
«Hay mucha confusión y demasiada especulación sobre la guerra comercial abierta hace meses entre Estados Unidos y China, que amenaza con extenderse a Europa y de ahí al resto el mundo. No quedará títere con cabeza. Algunos sabios ya anticiparon hace unos meses, que este conflicto es de larga duración y que antes de mejorar empeoraría. No hay que perder, por tanto, la calma. Una guerra que dura muchos años, porque tanto el dólar como el renminbi (yuan) llevan muchos años haciendo de su capa un sayo. Se ha producido en esta ocasión, no obstante, un fenómeno que ha enrabietado, aún más, a Trump: el dólar lleva mucho tiempo en una banda demasiada alta para los intereses de Estados Unidos. Confusión, digo, sobre a quién afecta mejor o peor este conflicto. La historia demuestra que a todos y que el inversor debe comportarse como un auténtico lince en este escenario. No hay que perder la cabeza, porque los múltiples episodios de volatilidad son los que generan mayores oportunidades. Pero está claro que los bancos centrales no pueden salvar la economía mundial, ya que los principales choques políticos se están convirtiendo en choques económicos. Poner fin a la incertidumbre política tendría un impacto mucho mayor que reducir las tasas de interés, destaca la conferencia de Jackson Hole», me comentaba este fin de semana un afamado gestor, que me recomendó este enlace:
Fernando Luque@MorningstarES
Guerra comercial Estados Unidos – China. ¿Quién gana? ¿Quién pierde? Otra forma de verlo a través del siguiente mapa. Mide el porcentaje de ingresos de las compañías americanas (/chinas) procedente de China (/Estados Unidos)
Y si nos centramos en las compañías del Nasdaq el porcentaje de ingresos de esas compañías que provienen de China alcanza el 12 %.
El gráfico muestra que el 7 % de los ingresos de las compañías que componen el SPY (es un ETF que replica al mercado americano) proviene de China…
¿Y cuánto puede durar este fenómeno? Esty Dwek, responsable de estrategia global de mercado de Dynamic Solutions, una división de Natixis IM, no ve una tregua hasta finales de este año o comienzos de 2020 y porque Trump se adentra entonces en temporada electoral. “Ve pocos incentivos para que Trump deje de ser duro contra China. Es más, parece estar contando con que la Fed mitigará los riesgos económicos con mayores recortes de tipos, añadiendo más margen de actuación para su disputa comercial”, afirma. Wade coincide en ese pesimismo: “El problema ahora es que ambas partes podrían situarse en una posición en la que sería imposible retroceder sin perder fuerza”.
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa