Cuando estas iniciándote en el mundo de la inversión bursátil, tu objetivo es aprender nuevos sistemas, descubrir el mejor indicador, o simplemente dar con la combinación perfecta de operativa y timing, para ganar lo máximo en el menor tiempo posible.
Se dice que dos inversores que utilizan metodologías de inversión idénticas, a menudo consiguen resultados muy diferentes. Eso quiere decir que el problema no es la metodología, sino cada uno de los inversores.
El trader novato rara vez se percata de este concepto. La clave no está en imitar a los que saben, sino en adaptar su sistema a ti, a tu forma de ser y de comportarte. Es decir, un sistema de trading debe adaptarse a cada persona y no al revés.
En ocasiones la mejor forma de mejorar tu trading es parar y analizarse uno mismo. Se suele pensar que aún no se ha dado con la operativa perfecta, que se está aprendiendo un sistema que no funciona, o que simplemente que no es posible ganar en bolsa. Siempre se suele echar la culpa al formador, al sistema o al propio mercado, pero rara vez a uno mismo.
¿Alguna vez has analizado a fondo tu propio aprendizaje?:
– ¿Eres realista con tus objetivos iniciales? Es muy importante ser conscientes de la realidad de las cosas. No podemos ponernos una venda en los ojos y pretender llegar a controlar el mercado en poco tiempo, y sin apenas esfuerzo, simplemente porque te han enseñado un sistema mágico. Cada persona requiere de un tiempo concreto, dependiendo de la disciplina y la paciencia que tenga, será más o menos consciente de este proceso.
– ¿Estas dedicando todo el tiempo que el trading requiere? ¿Estás siguiendo el proceso formativo fase por fase en el orden adecuado? Ya que a menudo se tiende a saltarse fases de aprendizaje para avanzar a la fase de ganar dinero antes de interiorizar conceptos previos.
– ¿Te has parado a pensar si estas operando en el timeframe adecuado? Ser scalper o daytrader mola mucho, y decirlo más, pero ¿realmente estas preparado para la agilidad, nivel de tensión y estrés que requiere esa operativa? Si eres una persona muy nerviosa, que tiendes a precipitarte por falta de paciencia, sin no navegas bien en momentos de mucha incertidumbre, quizás deberías enfocar tus esfuerzos en ampliar el timeframe. A mayor espacio temporal, todo sucede más despacio y es más sencillo acomodarse a los movimientos del precio.
– ¿Estas operando en el mercado adecuado, en el que te gusta, o simplemente estas en el que te han comentado que es más sencillo hacer dinero y te estas complicando la vida con activos financieros que no entiendes?
– ¿Estas controlando el riesgo de tu operativa? Todos nos acercamos a este mundillo para ganar dinero, pero son pocos los que son conscientes de que también se va a perder. Que es parte del proceso y si tienes un sistema adaptado para ello no pasará nada. A menudo es una de las partes que más cuesta interiorizar a los traders novatos, y el problema es si nunca terminan de acostumbrarse. Lo primero que debes pensar al abrir una operación es cuánto dinero estas dispuesto a perder si la operativa sale mal, y a partir de ahí construyes toda la estrategia operativa. Recuerda tener siempre un plan B, por si las cosas no van según lo planteado.
– Y por supuesto, has de ser conscientes que en este mundillo tu mejor maestro siempre serás tú mismo, es de donde más vas a prender. Es decir, por mucha formación que adquieras si no realizas constantemente una autocrítica y un autoanálisis de tus fallos para buscar posibles soluciones, no avanzarás. En ocasiones, no se trata de falta de conocimientos, sino de poner orden todos los conocimientos que ya tienes adquiridos. Lo normal es dar diferentes cursos, leer libros, asistir a charlas, pero rara vez se percata uno de que el problema no es la falta de conocimiento sino el desorden interno o la sobreinformación mal gestionada. Para ello lo mejor es llevar un registro de tus operaciones o un diario de trading, de esta manera observarás si estas cumpliendo las normas del sistema, o por el contrario te las estas saltando. Lo que estás haciendo bien lo interiorizarás para volver a repetirlo y buscarás soluciones para solventar los errores y que no te vuelvan a ocurrir.
«Tu mejor maestro siempre será tu último error» (Ralph Nader).
Un artículo de investing.com