Pues sí, tenemos una nueva preocupación (y grande): la voladura del tratado INF. Estamos jugando con fuego (nunca mejor dicho) y este tema no es para tomárselo en broma.
Desde ahora el mundo es un lugar todavía más peligroso. Las puertas que estaba firmemente cerradas para el desarrollo de armas prohibidas, acaban de abrirse…
En respuesta a los despliegues soviéticos a finales de la década de 1970 de misiles nucleares de alcance intermedio que podrían atacar a Europa occidental, Estados Unidos puso sus propios misiles en Alemania Occidental, Italia y el Reino Unido. Durante años de conversaciones sobre la limitación de las armas, Reagan y Gorbachov llegaron a un acuerdo para eliminarlas por completo, el tratado INF (diciembre de 1987), que no tenía fecha de vencimiento, exigía que ambas partes destruyeran y nunca volvieran a desplegar misiles balísticos y de crucero en tierra con un alcance de 500 a 5.500 kilómetros. Un total de 2.692 misiles fueron destruidos bajo el tratado en los primeros tres años. Fue en su momento todo un hito histórico porque no olvidemos que estos misiles apenas tardaban nada de tiempo en alcanzar sus objetivos y el país destinatario no tendría tiempo de reacción.
La primera consecuencia de la firma de este acuerdo fue que se recortó las reservas nucleares a nivel mundial (las dos potencias tenían 70.000 misiles de medio y corto alcance en el año 1986). De todas maneras no crean que son los dos únicos países que disponen de este tipo de misiles, ya que también están Francia, China, Reino Unido, Pakistán, India, Israel y Corea del Norte y ninguno de ellos firmó el tratado. Pero en honor a la verdad, hay que decir que entre USA y Rusia acaparan el 90% de estas armas a nivel mundial.
¿Y por qué Trump ha roto el acuerdo? Pues porque están convencidos de que Rusia dispone de un nuevo misil de medio alcance desplegado en la frontera occidental que tiene a su alcance varios países de la OTAN. Es por ello que Trump rompió el acuerdo el pasado mes de febrero y concedió a Putin 180 días para acabar resarcir la situación, cosa que no hizo, de ahí que Trump haya consumado su amenaza. No nos engañemos, el Kremlin ya ha desplegado armas en Rusia capaces de atacar objetivos en cualquier parte de Europa occidental.
¿Y qué dice Rusia? Pide a USA que presente pruebas de todo, dice que el misil nunca se probó a distancias prohibidas bajo el acuerdo, y también acusó a Estados Unidos de violar el tratado con sus propios sistemas de defensa antimisiles en Europa, cosa que Washington rechaza.
Claro, Rusia niega frontalmente todas las acusaciones de Estados Unidos de que lleva varios años incumpliendo el pacto, y tras la voladura del tratado comenta que fabricará nuevos misiles que estaban prohibidos. El tema es que si pensamos mal seguramente acertaremos, y no extrañaría nada que Rusia ya dispusiese de esos misiles desde hace años y en secreto. Todos sabemos que vendrá ahora: Estados Unidos y Rusia retomarán la extinta carrera armamentística y ambas potencias se armarán (para alegría de la la industria militar de ambos países). Lo que me gustaría saber es cómo lo afrontará la maltrecha economía rusa que está mermada por las diversas sanciones de Occidente.
China ha mostrado su repulsa a que Estados Unidos abandone el INF y acusa a Trump de obviar sus responsabilidades internacionales en detrimento de una política de unilateralismo que amenaza directamente la estabilidad internacional y afecta de lleno al control de armas y al desarme a nivel mundial, comprometiendo enormemente la paz mundial. En definitiva, acusa a Trump de buscar la superioridad militar y estratégica (aunque eso ya lo tiene).
Ha habido nerviosismo en Alemania, un país que sería la zona cero en una guerra nuclear en Europa y que estuvo en la primera línea de confrontación durante la Guerra Fría. Por su parte, la OTAN respaldó firmemente a Estados Unidos al culpar a Rusia de violar el tratado y promete tomar medidas defensivas contra los misiles rusos.
¿Se puede aun salvar el tratado? Estados Unidos y Rusia han tenido varias rondas de negociaciones desde el 2014 sin progreso. Trump ha dicho que consideraría un nuevo pacto que incluyera a China, pero el gigante asiático no ha mostrado deseo alguno de unirse a un tratado que prohibiría gran parte de su arsenal nuclear.
Y esperen, porque aquí puede que no acabe la historia. También corre peligro el tratado New Start, firmado en 2010 por los entonces presidentes Barack Obama y Dmitry Medvedevque. Este tratado limita el número de misiles nucleares estratégicos y de cabezas nucleares de Rusia y Estados Undidos, tratado que por cierto está pendiente de renovarse (expira en el 2021).
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es