Como pocas veces en los últimos tiempos, el euro está en manos de la decisión que en la fecha tome el Banco Central Europeo en materia de política monetaria.
En estos momentos finaliza el encuentro de la entidad, y se conocerá en minutos el comunicado oficial, en el cual quedará reflejado que no habrá modificaciones en los tipos de interés, aunque sí puede comenzar un nuevo plan de estímulo a la economía.
Esto, de todas formas, está por confirmarse. En los últimos días, los mercados han descontado una medida de esta naturaleza, y en verdad ningún funcionario del banco central fue claro en afirmarlo. Puede que el comunicado deje abiertas las puertas para que tal medida sea tomada en septiembre, fecha de la próxima reunión, o que directamente no haya anuncios en este sentido.
En cualquier caso, lo que está claro es que el euro no permanecerá indiferente a la decisión. Cuando a las 8:30 del este de comienzo la conferencia de prensa que habitualmente brinda el presidente Mario Draghi, ya los mercados conocerán el tenor del comunicado, y podrán descontar algunos de sus dichos. Por ello, esta vez la moneda única puede moverse a partir de las 7:45, hora de la publicación, y no como es habitual, cuando comienza a hablar Draghi.
Si el comunicado y el propio funcionario no fueran muy convincentes en las medidas que tomarán, y si por supuesto no hay medidas en esta oportunidad, es probable que el euro, lejos de caer, se recupere, y en buena forma, incluso acercándose a 1.1300. No hay que olvidar además que la Fed prepara su recorte de tipos de interés para el próximo miércoles, y en su caso sí está prácticamente descontado que tendrá lugar, lo cual podría limitar una caída más importante del euro.
En cambio, si algún anuncio importante fuera decretado este jueves por el BCE, tal como un plan de estímulo, su caída será casi inevitable. En dicho caso, la zona de 1.1000, que hace más de dos años no visita, será el destino del euro, aún cuando, como quedó antes mencionado, tendrá oportunidad de recuperarse la semana próxima con una eventual caída del dólar.
Al comunicado del BCE se suman las órdenes de bienes durables en Estados Unidos, dato que, por rezagado, no suele tener mucho efecto en los precios, pero que es muy seguido por los operadores.
En otro orden, asumió Boris Johnson como Primer Ministro de Reino Unido, y si bien no se alejó de su proyecto de sacar a los británicos de Europa como sea el 31 de octubre, le prometió a la Reina que intentará llegar a un acuerdo mejor que el anterior. Debe referirse a uno de los tantos que él mismo, entre muchos otros, se encargó de boicotear. La libra se mantiene expectante, con una volatilidad típica de circunstancias como estas, en las que un país es gobernado por un personaje tan poco convencional.
Nos espera entonces una sesión americana marcada por el BCE, que esta vez se llevará toda la atención de los mercados. Pero a no descuidar a la libra y al yen; este último suele ser el reflejo del humor de los mercados.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.
Adrián Aquaro
Trader College