Cuando uno piensa en la bolsa, en los mercados financieros, en la especulación, es lógico que se asocie a dinero, puesto que uno invierte en bolsa para ganarlo, uno especula en los mercados para obtener una ganancia, esto es así, lo miremos como lo miremos.
Y vivimos en un mundo en el que el dinero es necesario, lo necesitamos para cubrir nuestras necesidades vitales y para vivir de una forma más o menos cómoda. A todos nos gusta, estar tranquilos en este aspecto, poder ir a comer a un restaurante el fin de semana, poder irse de vacaciones, poder dar una buena educación a los hijos, cuidar de nuestros padres, ayudar a otros… En definitiva, el dinero, para bien o para mal, es necesario.
Pero los humanos somos avariciosos por naturaleza y a veces, parece que no tengamos nunca suficiente. Y el mundo de la bolsa, alimenta esta codicia. Además, la imagen que transmite el dedicarse al trading es como de vivir en una continua fiesta trabajando un par de horas al día y los que entran en este mundo, en sus inicios, buscan ese sueño.
Y se puede vivir de ella, puedes ganar dinero de forma regular, que no digo que tenga que ser todos los días ni incluso todas las semanas, ya sabemos cómo funciona esto. Aquí no hay un sueldo como tal. Pero se puede vivir del trading y se puede vivir bien.
Pero también tengo que decir, que esta profesión, si quieres vivir de ella, no la vas a hacer desde la piscina, no vas a dedicar un par de horas al día y el resto del tiempo, a vivir la vida. Y, si alguien lee esto y ésa es su vida, que me perdone y le felicito (o no), pero yo aún no he conocido a ninguno.
De hecho, todos los traders que conozco y viven del trading, trabajan muchas horas, que no es lo mismo que decir que operan muchas horas, pero les apasiona su trabajo y emprenden en otros caminos relacionados con el trading: webs, formación, asesoramiento…
Aquellos que llegan a la consistencia, están llenos de rasguños, les han salido algunas canas y tienen alguna que otra arruga de tanto fruncir el ceño. Han pasado por muchas batallas durante muchos meses y años, han sufrido mucho, han llorado, han entrado en la desesperación en la fase del desierto, donde ni pierdes ni ganas, pero no avanzas, se han dejado la vista intentando ver el final de un horizonte que parece que no tenga final ni destino.
Esto es así. Y quién haya llegado al oasis, es porque ha tenido una fe inquebrantable en sí mismo, es porque es un luchador/a y alguien que ha atravesado este duro camino, por una razón, porque ama el trading, no por el dinero. No sobrevives solo por el dinero, ha de haber algo más.
Puede ser que uno empiece por otros motivos, pero si el trading, finalmente, llega a ti y te cautiva, el dinero pasará a ser una consecuencia, no el fin.
Y cuando eso ocurre, cuando un trade tiene un resultado positivo, sientes satisfacción por el trabajo bien hecho pero es una muestra más y cuando tiene un resultado negativo, lo mismo, es parte de la probabilidad de tu sistema, no hay dolor. Evidentemente, todo bajo las premisas de un correcto Trading Plan, con una correcta gestión del riesgo y, con una mente, ya transformada.
Los que podemos decir que hemos sobrevivido, nos dedicaremos al trading, en cuerpo y alma, porque nos apasiona nuestro trabajo y cuando algo te apasiona, no le dedicas dos horas la día. Yo he apostado por la formación, porque quiero ayudar a otros a conseguirlo, porque me siento muy identificada con todos los luchadores/as que están en el camino, pero desde la sinceridad y la honestidad, dando lo mejor de mí misma.
Y, en este aspecto, debo decir que, me molesta ver cómo ciertos formadores/academias, solo saben publicitarse a través de vender que puedes ganar miles de euros al día en unas horas. Ya sabemos que somos mayores de edad y cada uno sabrá, pero no creo que sea correcto alimentar algo que los humanos ya tenemos de por sí, la avaricia y la codicia. Además, me sabe mal que se vea al trading desde esta perspectiva. El trading es, mucho más que dinero.
Pero claro, si vendes que aquí hay que luchar y trabajar mucho, probablemente tire para atrás a más de uno.
Esta es la realidad y quién no esté dispuesto a un gran sacrificio personal y económico, no nos engañemos, que no empiece. ¿Pero acaso no es así en cualquier negocio que uno emprende? Las cosas hay que trabajarlas y exigen sacrificios, nada se regala. También tengo que decir, que la recompensa supera el sacrificio, al menos en mi caso.
Pero, esa recompensa, acaba siendo más en lo personal, en el crecimiento que uno experimenta como persona, ¿no hay recompensa económica? Sí, pero ya no te importa tanto, el dinero ha pasado a un segundo plano. Pensemos en un deportista de élite, en un atleta de triatlón olímpico: ¿Entrena, día sí y día también, muchas horas al día y con tantos sacrificios personales, solo por dinero? No, es su pasión. Eso es lo que le mueve y lo que le hace levantarse cada mañana, no el dinero.
Al final del camino, el dinero solo te acaba interesando para no tener que pensar en él. Tu pasión es el trading y por eso has luchado hasta el final, para estar apasionado y feliz cada minuto del día y cuánto más tiempo puedas dedicarle, mejor, no dos horas al día.
Esta es, mi forma de verlo, habrá opiniones de todo tipo y todas son respetables, por supuesto.
Pero mi mayor recompensa ha sido poder despertarme cada día feliz (hablo en el ámbito laboral), sabiendo que voy a hacer y voy a hablar de una de las cosas que más me apasionan en esta vida, el trading.
Un artículo de investing.com