Como hace tiempo no sucedía, la publicación de los datos de empleo de Estados Unidos está generando una controversia entre pronosticadores. Al a la cifra ya instalada de 180 mil nuevos empleos, de la cual pareciera que nadie se mueve por motivos desconocidos, se suma ahora un nubarrón, generado el miércoles con la encuesta ADP que mide la generación de trabajo del sector privado. Esta cifra, que quedó en 27 mil nuevas nóminas, pesa mucho en el ánimo de los inversores, que parecen entrever una caída en la generación de empleo en mayo, de acuerdo a la cifra que, a las 8:30 del este, publicará el Departamento de Trabajo.
Sin cambios sustanciales en la tasa de desempleo, que se mantendrá en sus mínimos de medio siglo, y tampoco en las ganancias por hora, variable que tomó una importancia mayor desde febrero de 2018 (hay que recordar que en aquella oportunidad un crecimiento de los salarios apenas por encima de lo esperado hizo caer en buena forma a la bolsa de Nueva York), la cantidad de empleos es lo que ahora está en las mesas de trabajo, y sobre lo cual se moverán los precios este viernes.
El dólar llega con un comportamiento mixto a esta instancia. Algo más relajado ante el yen, que no logró quebrar su propio máximo de 107.80 alcanzado esta misma semana, la moneda estadounidense podría acercarse a 109.00 si las cifras a publicarse fueran medianamente satisfactorias, lo cual, como queda dicho, aparece como muy improbable.
El euro, en tanto, transita por un camino alcista algo complicado, con alzas y bajas típicas de los días de reunión del BCE. La moneda única sufrió el jueves fuertes oscilaciones en pocos minutos, producto de una presentación de Mario Draghi en la que sustancialmente quedó claro que no habrá alzas de tipos de interés hasta bien entrado 2020, y que habrá nuevos planes de estímulo, esta vez a través de las llamadas TLTRO, un complicado mecanismo que busca inyectar fondos en el circuito económico para alejar los fantasmas de la recesión. No le será fácil a Draghi la tarea: las cifras de Alemania no dejan de generar preocupación en los mercados.
La libra Esterlina aparece algo más firme por encima de 1.2700, aunque sin mucho margen para el festejo. El Brexit está a la vuelta de la esquina, y esta mañana la PM May quedó formalmente “renunciada”, siendo ahora “Primera Ministro en Funciones”, un eufemismo que busca que alguien quede al mando de Reino Unido hasta que aparezca un candidato que cumpla con las condiciones que los conservadores quieren. El problema, en esta instancia, es que al parecer los conservadores no tienen muy en claro lo que buscan.
La caída del yen y una cierta calma del oro reflejan un cierto alivio de los mercados, que no tiene muchos motivos más que el saber que disfrutarán de buena liquidez una vez que la Fed recorte los tipos de interés. El alza de los futuros de los índices de Nueva York es indiferente a las guerras comerciales que ahora mismo se libran, y que no han dado respiro de ningún tipo.
En un clima que podríamos denominar de cierta calma, los datos de empleo terminarán definiendo la contienda diaria, y esta vez el dólar no puede sentirse muy confiado, salvo que los pronósticos, viejos y nuevos se equivoquen. Como casi siempre.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College