Parece que todos los días se publican noticias destinadas a dificultar las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, con la ofensiva contra Huawei como el último ejemplo. Los efectos de la disputa han comenzado a mostrarse en los mercados de divisas y podrían generar daños colaterales, con lo que los exportadores europeos podrían ser los grandes perdedores. Mientras, la escalada de tensiones ha llevado al yuan chino a mínimos anuales frente al dólar, cerca del nivel de 7.
Y es que una mayor debilidad podría afectar los precios de los activos chinos y el apetito por el riesgo a nivel mundial, por lo que es el indicador más importante a nivel mundial en la actualidad y es algo que los inversores europeos no pueden ignorar. La próxima reunión del G20 (del 28 al 29 de junio) podría ser decisiva, y si no hay un acuerdo es probable que el mercado especule, causando un impacto en el mercado de valores. Veremos si es yuan llega a 7,15 como se empieza a comentar, hecho que tendría un impacto en las acciones globales, en particular en los valores cíclicos y tecnológicos. El yuan también ha perdido terreno frente al euro, lo que es una mala noticia para las empresas europeas que venden productos en el extranjero.
El embajador chino en USA afirmaba que quieren retomar las negociaciones con Trump. Esto es un secreto a voces, pero como vengo comentando en diversos medios de comunicación, China tiene claro que hay líneas rojas que no se pueden sobrepasar y no están dispuestos a bajarse los pantalones en todo su esplendor.
Pero el tiempo apremia para todos, prueba de ello es la encuesta realizada la cámara de comercio estadounidense, que arroja el resultado de que el 75% empresarios americanos encuestados ya están notando el efecto de la guerra comercial. Es lógico, si hablamos de consecuencias podemos enumerar que las ventas de móviles Huawei se están hundiendo en nuestro país. Pero esperen, porque la cosa no termina aquí, ya que Trump se está planteando extender el veto a las compañías de vigilancia. Concretamente The New York Times comenta que Trump va a por Hikvision, compañía especializada en videovigilancia. Fue cayendo -10% y finalmente cerró dejándose -5,50%.
También es significativo que el rendimiento del bono de Australia a 10 años caiga a un mínimo histórico de 1.646%. Aquí entran en juego dos factores: las expectativas de un recorte de tasas de interés durante la próxima reunión en junio (históricamente alcanzó un máximo histórico de 16.50 en 1982 y un mínimo histórico de 1.65 en 2019) y que China es el principal socio comercial de los australianos.
Se lleva comentando desde hace tiempo un tema que en España hasta ayer no se dijo en ningún lugar pero que en Estados Unidos llevan semanas hablando de ello: China tiene un as en la manga para hacer daño en su ofensiva, las denominadas «tierras raras», elementos imprescindibles para la fabricación de productos tecnológicos, y la clave aquí radica en que USA importa de China el 80% de estos materiales. Para matizar, se trata de 17 materiales presentes en cada dispositivo electrónico del mundo, fundamentales para el desarrollo de las energías renovables, utilizados en motores diésel y coches híbridos, en la fibra óptica, en los discos duros de los ordenadores, en los sistemas de armamento utilizados por el ejército norteamericano. La clave es que China tiene el 47% de las reservas naturales de tierras raras (44 millones de toneladas) y controla el 90% de su producción y comercialización. Es por ello que hace 27 años el presidente chino soltó una frase lapidaria: «Oriente Medio tiene petróleo, nosotros tenemos tierras raras». Recientemente un miembro del Partido Comunista Chino (PCC) dio en el clavo con otra frase: «la producción de tierra raras nos ayudará a controlar la sangre vital del sector de alta tecnología de los Estados Unidos».
De momento, los mercados están a verlas venir y el Ibex 35 se deja por el camino en el presente mes de mayo un -3,5% en un contexto en el que el pesimismo entre los inversores se va incrementado por días, porque las compañías norteamericanas temen bastante que China tome represalias (por ejemplo contra Apple) y todo apunta a que el conflicto va para largo.
El índice dólar se prepara para asaltar los máximos del año. El ataque de Trump con aranceles a las importaciones chinas por valor de 200 mil millones de dólares ha fortalecido el billete verde a costa de las monedas emergentes desde Taiwán hasta Sudáfrica y Brasil. Si las dos partes no logran un acuerdo que evite una guerra comercial cuando los presidentes Trump y Xi Jinping se reúnan en la cumbre del G-20 a finales del próximo mes de junio, el renminbi de China podría verse afectado con una depreciación del 10% y eso podría crear un efecto dominó en las monedas de los mercados emergentes. No es de extrañar que la correlación negativa entre las monedas de los mercados emergentes y el dólar se haya profundizado y se mantenga cerca del máximo de este año. Tengan en cuenta que los temores de una desaceleración en China exponen el peligro de economías no diversificadas que dependen demasiado de las exportaciones y esto podría afectar mucho a las economías emergentes dado que sus exportaciones al país se han más que duplicado en los últimos 10 años.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es