Deoleo, una compañía emblemática, propietaria de marcas tan conocidas como Hojiblanca y Carbonell, continúa en problemas y arrastrando un duro proceso correctivo (en 2017 llegó a cotizar en 0,2877 euros, ese mismo año cayó a 0,1560, en 2018 descendió a 0,0525 y este año se mantiene en esa zona).
Hay varias razones para entender qué es lo que está sucediendo:
- – Cerró el año 2018 con pérdidas de 291 millones de euros (238 millones corresponden al ajuste a la baja del valor de sus activos).
- – El primer trimestre de este año arrojo pérdidas de 7,5 millones, lo que supone un 410% más que en el mismo periodo del año pasado, sin olvidar que las ventas cayeron un 16,8%.
- – La caída del precio de la materia prima no le ayuda precisamente.
- – La fuerte reducción del consumo de aceite en Italia, que recordemos que es uno de sus principales mercados.
Como consecuencia de todo ello, la compañía entró en quiebra técnica, lo que implica que su patrimonio neto se colocó por debajo de la mitad de su capital social. A ello añadamos el riesgo de perder la marca Bertolli (una marca que no es de Deoleo, sino de Unilever que se la cedió de manera indefinida en 2008 para vender aceite en Estados Unidos, pero una quiebra podría dar al traste con todo).
La cuestión es que el consejo de administración de Deoleo quiere proponer a la junta de accionistas, que se celebrará el próximo 3 de junio, una reducción del capital social de 137,7 millones con la idea de compensar las pérdidas acumuladas y abandonar la causa de disolución que reconoció el 28 de febrero. Esta operación implicaría reducir el valor nominal de las acciones en 50 veces, es decir, pasarían a 2 céntimos. Pero la compañía ya está acostumbrada a movimientos, no en vano el año pasado llevó a cabo una ampliación de capital de 25 millones de euros cubierta en un 86% por su primer accionista, CVC, y con el objetivo de incrementar el gasto publicitario en Estados Unidos e Italia para impulsar el crecimiento en dichos países.
Les comento brevemente acerca del proceso de reducción de capital y la cauda de disolución legal. Existen básicamente tres tres modalidades de reducción del capital:
- * Por disminución del valor real de las acciones manteniendo su número.
- * Por amortización de las acciones.
- * Por agrupación de acciones para su canje.
¿Y qué objetivos se persigue cuando se procede a una reducción del capital social? Existen varios motivos, siendo uno de ellos el que persigue Deoleo, la compensación de pérdidas. Es decir, cuando dichas pérdidas suponen que el patrimonio neto es inferior al capital social. Porque un dato a tener en cuenta es que si las pérdidas de la sociedad dejan el patrimonio neto en una cantidad inferior a la mitad del capital social existe causa de disolución legal. Es más, si las pérdidas de la sociedad originan que el patrimonio neto es inferior a las dos terceras partes del capital social y ha pasado un ejercicio social sin restablecerse el equilibrio patrimonial, la reducción de capital será obligatoria.
En el gráfico pueden ver la inercia bajista de la compañía y cómo los mínimos formados a final de año están de nuevo aguantando el chaparrón en lo que llevamos de ejercicio.
Existen muchos mercados, nacionales e internacionales, como para querer complicarse la vida, de manera que Deoleo no es una inversión predilecta.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es
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