Invertir en bolsa a menudo se considera una cosa tremendamente compleja que solo los profesionales pueden realizar. El hecho es que muchas personas son capaces de incrementar su riqueza con un poco de análisis y recordando algunas reglas bastante básicas durante el camino. Aquí publicamos solo tres que me gusta tener en cuenta.
1. Nada dura para siempre
Sin querer ser un cenizo, vale la pena recordar que todo es cambiante y nada permanente. Esto es particularmente cierto en el mercado de acciones. Ahora los mercados están disfrutando de una buena racha, encadenando tres buenos meses. Y podrían seguir subiendo durante algún tiempo más.
En algún momento, sin embargo, todo sucumbe a la gravedad. Puede que no sepamos cuál será la causa (o cuándo sucederá), pero esto no es tan importante como reconocer que las correcciones y los mercados bajistas deben esperarse y no temerse.
También es la razón por la que, si eres un inversor pasivo, puede tener sentido invertir la misma cantidad de dinero de forma regular en los mercados en lugar de todo de una vez.
La gravedad también se aplica a empresas individuales. ¿Esa maravillosa acción de crecimiento que no ha hecho más subir? Al final bajará, aunque solo sea temporalmente.
Esto podría suceder incluso si los beneficios continúan aumentando y simplemente porque el peso de las expectativas se ha vuelto demasiado grande. Es el equivalente a obtener un «notable» en un examen cuando los padres esperaban un «sobresaliente».
Afortunadamente, hay un lado positivo en todo esto.
2. El mercado tiene la costumbre de reaccionar exageradamente
El hecho de que los buenos tiempos no duren para siempre también se aplica a los malos tiempos. Y cuando los fanáticos del mercado huyen, suele ser el momento en el que deberíamos comprar acciones.
Como era de esperar, los inversores tienen el hábito de acalorarse cuando bajan los precios. La investigación en el campo de la economía del comportamiento muestra que las pérdidas tienen un impacto más negativo que las ganancias positivo.
Con el tiempo, las acciones se recuperan. Cuando no queda nadie que vender, no se venden acciones. Esa es la señal de compra. Todo se reduce a algo llamado «regresión a la media» o la tendencia a que las cosas se equilibren con el tiempo.
El mercado tiene problemas en acomodarse a esa tendencia en el corto plazo, pero después de un tiempo, y eso puede durar meses, a veces años, las acciones volverán a su verdadero valor.
3. Si todos están de acuerdo contigo, haz lo contrario
Somos animales sociales. Nos gusta cuando las personas están de acuerdo con nosotros o elogian las cosas que hacemos. Eso es correcto a menos que estemos hablando del mercado de acciones.
Uno se siente bien cuando compra acciones que todo el mundo ama. ¿Comprar acciones que nadie toca? No es tan cómodo, pero puede ser mucho más lucrativo.
Un hallazgo en la inversión ha demostrado que las acciones más baratas (aquellas que no gozan del interés del mercado o que odia) en conjunto ofrecen mejores rendimientos a largo plazo que las que tienen precios elevados.
Sin embargo, como era de esperarse, lograr este mejor comportamiento requiere de mucha paciencia. Ser contrario, puede ser muy beneficioso siempre que miremos al largo plazo.
Moisés Romero
La Carta de la Bolsa