Los cementerios bursátiles están llenos de quienes apostaron a que sabían más que el mercado. Sin embargo, sería un error concluir que el mercado nunca comete errores. Aunque los errores pueden no ser comunes, ocurren. Hay que estar atento a ellos, ya que crean oportunidades de obtener fáciles beneficios. Un buen ejemplo, según un estudio publicado a mediados de abril, es cómo reaccionan los inversores ante una split de las acciones. Dado que los valores por acción de los fundamentales de las acciones (beneficios, flujo de caja, ventas, valor contable, etc.) se dividen en bloque con su precio, no hay ninguna razón fundamental por la que el cambio en el precio deba tener un impacto en la volatilidad posterior en sus acciones. Y, sin embargo, normalmente lo hace.
La razón según Kelly Shue, profesor de finanzas de la Universidad de Yale, y Richard Townsend, profesor de finanzas y contabilidad de la Universidad de California en San Diego, es que los inversores no saben cómo multiplicar o dividir. Se centran en la magnitud en euros de los cambios diarios de una acción, sin darse cuenta de que esos montos en euros representan un porcentaje mucho mayor después de un split que antes.
Tome WR Berkley, una compañía de seguros cuyas acciones sufrieron una división de 3 por 2 el 3 de abril. De acuerdo con FactSet, la volatilidad diaria del precio de las acciones desde esa división ha sido un 68% mayor que en el período comparable antes del split.
Por más que lo intentemos, no podemos encontrar una explicación racional para este aumento tan marcado. El mercado de valores en su conjunto ha experimentado una caída de la volatilidad en el mismo período de tiempo, por ejemplo. El split tampoco ha tenido que pillar por sorpresa a los inversores, ya que la compañía lo anunció en febrero. Además, no noticias que causaran un aumento en la volatilidad.
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Lo que le sucedió a W.R. Berkley durante el mes pasado es la regla y no la excepción, según la investigación de los profesores, que presentan el estudio recientemente. Basaron sus conclusiones analizando el impacto en la volatilidad de los splits de las acciones durante un período de 90 años (1926-2016).
El título de su estudio es «¿Puede el mercado multiplicarse y dividirse?»
Los profesores descubrieron que incluso los traders de opciones sofisticados son culpables de un error similar, medido por la volatilidad implícita derivada de los precios de las opciones. En efecto, los traders no prevén el aumento de la volatilidad que generalmente se produce después de una división de acciones.
Esto apunta a una forma en la que puedes beneficiarte del error: entre en una operación con opciones denominada «Cono comprado» (long straddle) en una acción justo antes de la «fecha ex-dividendo», la fecha en que surta efecto un split preanunciado. Esta estrategia, que implica comprar tanto una opción de compra como una de venta con el mismo precio de ejercicio y vencimiento, debería generar ganancias si la volatilidad de las acciones es mayor a la que el mercado había previsto (las opciones call confieren el derecho, pero no la obligación, de comprar una acción a un precio fijo dentro de un período específico; las opciones de venta confieren el derecho a vender una acción en condiciones similares).
Tras realizar una prueba retrospectiva de una versión de esta estrategia, los profesores descubrieron que produjo un beneficio promedio del 15% durante los 40 días hábiles posteriores a la división de las acciones. (Por cierto, no se trata de un número anualizado, sino de la rentabilidad bruta: impresionante para un período de 40 días hábiles).
Los profesores sospechan que la incapacidad de los inversores para multiplicar y dividir se aplica a todas las acciones de bajo precio, no solo a las que se han dividido. Se centraron en las divisiones solo porque proporcionan la prueba perfecta de su teoría, ya que todo lo demás se mantiene constante.
Si los inversores están cometiendo errores matemáticos sistemáticamente en todas las acciones de bajo precio, entonces hay otras formas de beneficiarse de su error que con las opciones. Una estrategia sería centrarse en las acciones de bajo precio cuando se apuesta a que los inversores han reaccionado de manera exagerada y que los grandes movimientos de los precios pronto se revertirán. La investigación de los profesores muestra que existe una probabilidad significativamente mayor entre las acciones de bajo precio que en las de alto precio de que los precios se hayan desviado significativamente del valor fundamental.
La discusión de este nuevo estudio no estaría completa sin reconocer otro estudio de hace casi dos décadas que los profesores dicen que fue la inspiración para el título de su estudio. Ese estudio anterior, titulado «¿Puede el mercado sumar y restar?» Fue escrito por Richard Thaler, profesor de economía de la Universidad de Chicago (y premio Nobel), y Owen Lamont, profesor del departamento de economía de la Universidad de Harvard. Ellos respondieron negativamente.
Una broma que se cuenta a menudo en el mundo académico es sobre dos economistas que caminan por la calle cuando el más joven encuentra un billete de 20 euros en la acera. Cuando está a punto de agacharse para recogerlo, el economista más viejo y más sabio le dice que no se moleste, ya que si realmente fuera un billete de 20 euros, alguien ya lo habría recogido.
La conclusión de este nuevo estudio es que a veces es realmente un billete de 20 euros.
fuentes; Barron’s
Carlos Montero
La Carta de la Bolsa