El año pasado, las eléctricas presentaron en líneas generales un buen comportamiento y este año ha seguido esta tónica hasta hace unas semanas. La razón del rally hay que buscarla fundamentalmente en el carácter defensivo de este sector, ya que se encuentra menos expuesto a los diversos ciclos económicos y se buscaba cierta protección ante los diversos focos de incertidumbre existentes (Brexit, desaceleración de EE.UU. o la guerra comercial de Trump con China).
Diversos medios se han vuelto a hacer eco de la «inestabilidad» en el sector debido a posibles impuestos sobre los beneficios y el ansia de los reguladores por meter mano, sin olvidar que a los inversores no les gustan tantos cambios normativos. Este recordatorio ha sido aprovechado por muchos para hacer caja y vender de cara a recoger plusvalías.
No es momento de comprar en el sector y en principio menos aún en Red Eléctrica y en Enagás.
Veamos algunas notas de las compañías del sector:
Iberdrola: el 19 de febrero les comenté que dentro del sector eléctrico era una de las mejores opciones (contando con una firme operativa; que la fuerte caída en el coste de instalación en eólica y solar hacía más competitivas este tipo de energías, haciendo innecesario primar su instalación vía subvenciones; su diversidad geográfica con presencia en Estados Unidos y en países con «estabilidad regulatoria») y que la compañía tenía recorrido alcista con un precio objetivo en los 7,40-7,50 euros, sin descartar incluso los 7,80 euros. Pues bien, desde ese día subió de 7,26 a 7,90, alcanzando el objetivo comentado. Es más, fue lograrlo y terminar la subida.
Red Eléctrica: las previsiones apuntan a que este año su beneficio podría ser de 730 millones de euros, lo que supondría superar en un 3,3% el del pasado año. No ayuda demasiado que Fitch le haya rebajado un escalón la calificación crediticia desde ‘A’ hasta ‘A-‘ tras la compra de Hispasat. y no fue la única agencia, en marzo Moody’s también la rebajó de ‘positiva’ a ‘estable’. La razón es que el último plan estratégico de la compañía no es realista (la inversión y la compra de Hispasat no se sostiene con el dividendo previsto). Técnicamente hablando, presenta en los 17,64 euros un nivel de soporte que siempre que fue tocado ayudó al precio a subir (julio 2018, septiembre 2018 y octubre 2018). Bien pudiera servir para un rebote al alza, pero sólo eso, un rebote.
Enagás: el hecho de que Societé Générale le haya rebajado el precio objetivo una barbaridad (de 21,52 a 19,50 euros) le ha supuesto un vendaval de ventas y por consiguiente de caída en su cotización. Los cambios regulatorios la situarían en una situación de desventaja y no olvidemos también que lleva sobre su espalda el peso de la compra de una participación de la cotizada americana Tallgrass, hecho que llevó a Standard & Poor’s a rebajar la nota de solvencia de la compañía porque se trata de una estrategia agresiva e imprevisible.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es