Adam L. es analista anglosajón especializado en compañías energéticas y nuevas fuentes de energía. «Recomendamos a nuestros clientes la española Naturgy por su gran capacidad de adaptación a los nuevos tiempos y la celeridad en el desarrollo de sus estrategias, algo, que siempre es conflictivo en este tipo de compañías. Algunos colegas de la City la denominan la nueva Inditex española, pero con los mimbres de antaño. La textil se puso el mundo por montera de las crisis bursátiles pasadas. Su cotización subió y subió sin que ningún evento bursátil negativo le afectara en su cotización. Ahora le llueven recomendaciones negativas desde todos los lados. Por el contrario, Naturgy suma y suma buenas recomendaciones. Su cotización ha estado al margen de los movimientos de zozobra vividos desde el últimos trimestre del año pasado y semanas recientes. Su cotización resiste contra viento y marea. Nos está diciendo que lo mejor está por venir. O esa es nuestra apuesta».
Naturgy comunicó el pasado mes de julio un gran plan estratégico a 2022 para la transformación de la compañía cuyo objetivo último es la creación de valor. La apuesta por la energía renovable es una parte importante de este planteamiento. Solo en el mercado nacional, Naturgy destinará a estos efectos 1.000 millones de euros hasta 2020. En la actualidad, la energética dispone de 1.147 megavatios (MW) de potencia renovable instalada en España. La ejecución del plan elevará esta cifra hasta los 2.109 MW, un crecimiento de más del 80 por ciento. Las inauguraciones, en el tramo final de 2018, del complejo eólico Agüimes (Gran Canaria) y del parque eólico Fuerteventura Renovable II -dos proyectos en el marco del cupo canario- ya han añadido más de 45 MW, tras una inversión cercana a los 70 millones de euros.
El grueso de la nueva capacidad, no obstante, provendrá de los concursos que la compañía ganó en las subastas de 2017. Así, Naturgy instalará en España 667 MW adicionales de energía eólica y 250 MW fotovoltaicos, a lo que destinará cerca de 900 millones de euros.
En apenas ocho meses desde su presentación, el plan estratégico ya ha empezado a dar frutos. Naturgy cerró 2018 con un ebitda ordinario de 4.413 millones de euros, un 12 por ciento más que en el ejercicio anterior, y un beneficio neto ordinario de 1.245 millones de euros, un 57 por ciento superior al de 2017.
El plan estratégico 2018-2022 de Naturgy se basa en cuatro pilares.
- 1.- Reforzar la simplicidad y la transparencia, y que ya se ha plasmado en la reducción de los miembros del consejo de administración (de 17 a 12), mejoras en la rendición de cuentas y una revisión del valor de sus activos.
- 2.-Mejorar la eficiencia, con un objetivo de 500 millones de reducción de costes en 2022. En 2018, Naturgy cerró con unas eficiencias anuales recurrentes de 110 millones. Las emisiones en moneda local realizadas en México, Brasil y Chile se han traducido en la amortización de alrededor de 1.700 millones de euros de deuda bancaria.
- 3.-Disciplina de capital: en 2018 la compañía generó 5.500 millones de euros de caja, gracias a la buena evolución del negocio y las desinversiones de activos no estratégicos. En esta línea, Naturgy ya ha recibido el interés de potenciales compradores por sus activos de generación en Panamá, Costa Rica y República Dominicana. De materializarse, le permitiría terminar el proceso de desinversiones de hasta 3.100 millones de euros registrado en su hoja de ruta 2018-2022.
- 4.-Compromiso de remuneración al accionista: Naturgy aumentó el dividendo en 2018 un 30 por ciento y a partir de ahora y hasta 2022 lo hará un mínimo del 5 por ciento cada año.
Mar Revuelta
La Carta de la Bolsa