El S&P 500 está comenzando abril en su punto más alto del año y está alrededor del 2% de su máximo histórico de 2.930 puntos del 20 de septiembre del año pasado. Los meses de abril suelen ser los mejores para el Dow Industrial y el tercer mejor mes para el S&P 500 (después de diciembre y noviembre).
Y es que hay novedades en el frente que están animando a los inversores:
- – La previsión de una prórroga en el Brexit. El objetivo de May es aprobar su acuerdo antes del 22 de mayo para poder salir de forma ordenada de la Unión Europea sin tener que participar en las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán entre el 23 y 26 de mayo. Eso sí, las negociaciones no podrán ser sobre el acuerdo de salida, ya que la UE se niega, sino sobre la futura relación comercial
- – Las expectativas de un inminente acuerdo comercial entre USA y China está provocando recogida de beneficios en la deuda pública (el Bund alemán deja de momento atrás la rentabilidad negativa). Parece ser que los obstáculos principales al pacto estarían salvados al 90%, según Financial Times.
- – Los datos de manufactura de China fueron mucho mejores de lo esperado (los datos manufactureros alcanzaron niveles de junio) y se espera que la debilidad económica del gigante asiático se reduzca este año.
- – Buenos datos macro en Europa con la actividad servicios sorprendiendo en las cuatro economías más grandes de la región. Italia y España superaron las previsiones y las lecturas de marzo para Alemania y Francia se revisaron al alza. Además, las ventas minoristas aumentaron un 0,4 por ciento, superando la expectativa.
Gráfico: IHS Markit
La Bolsa de Italia es una de las que se anima, subiendo ya un 20 por ciento desde que alcanzó el mínimo de dos años el pasado 27 de diciembre, liderada por acciones como Ferrari y UniCredit. Y es que los datos del PMI de marzo mostraron un aumento mayor del esperado, aliviando las preocupaciones por una recesión prolongada. Recordemos que el FTSE MIB había entrado en un mercado bajista en octubre por tema político del país y cayeron aún más durante el enfrentamiento presupuestario con la Unión Europea.
De todas maneras, la política italiana sigue siendo preocupante y la situación fiscal es frágil, por lo que, puestos a elegir, es preferible sobreponderar las acciones españolas respecto a las italianas, entre otras cosas porque los fundamentos españoles son más saludables.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es