El segundo trimestre del año presenta una semana nutrida de informes importantes. En su mayoría, estos datos no suelen definir por sí mismos una tendencia clara, pero sí sirven para consolidar la dirección que puede tomar el dólar en los próximos días.
Tal es el caso de las cifras de ventas minoristas, ISM manufacturero y de servicios, las órdenes de bienes durables y la encuesta ADP de empleos privados. Queda, además, para el viernes, el dato de empleos de marzo.
Respecto a este último, la cifra de febrero fue poco menos que desastrosa, con la creación de tan solo 20 mil nóminas, frente a las más de 300 mil de los dos meses anteriores. Cabe preguntarse entonces si habrá alguna revisión al alza de dicha cifra, o si en verdad se trató de un mes muy negativo en la materia.
Esta semana tiene una particularidad, y es que por primera vez en mucho tiempo no se esperan definiciones en torno al Brexit. La salida de Reino Unido de la Unión Europea ha sido postergada por unos días, como si ello fuera suficiente para borrar la frontera irlandesa -o mejor dicho crear una sin que se note-, o para hacer reflexionar a los lunáticos dirigentes británicos, que se empeñan en buscar soluciones mirándose al ombligo.
Ante este panorama, el dólar intentará reafirmar su liderazgo, que vio poner en duda durante las últimas sesiones. El euro ve peligrar su mínimo anual en 1.1175, que tocó a inicio del mes pasado, aunque sobre el cierre del viernes logró reaccionar a tiempo. La libra Esterlina, en tanto, vapuleada por las idas y vueltas del Brexit, cayó de 1.3000 en reiteradas oportunidades durante la última sesión, aunque logró recomponerse ante la enésima promesa de que la salida, si la hay, no será tan traumática como parece.
Por su parte, el yen inicia la semana con un tinte bajista, en una caída que encuentra ahora un alivio en un ramillete de medias móviles, lo que demuestra además que, pese a todo, la moneda nipona no se ha movido tanto en los últimos tiempos. El quiebre de 111.20 podría darle un impulso adicional al dólar en las próximas horas.
Pero ante la fortaleza del dólar frente a las monedas mencionadas se opone el crecimiento del petróleo, que superó con firmeza su máximo anual anterior para llegar a 60.74 dólares por barril WTI, su mejor marca desde el 12 de noviembre pasado. Su corrección posterior no invalida la tendencia alcista que domina su trayectoria, la que parece anunciar nuevos máximos para los próximos días.
El alza del petróleo tuvo su inmediato correlato en el dólar canadiense. A un PBI de Canadá del cuarto trimestre con una medición muy por encima de lo esperado se le sumó el rally del WTI, resultando en un Loonie fortalecido, que inicia esta semana con un signo alcista muy marcado. La formación de una figura de doble techo en el gráfico de 4 horas muestra que el par USD/CAD podría extender su baja a la zona de 1.3290, lo que pondría más de manifiesto el buen momento de la moneda canadiense.
Distinta suerte le cabe al oro. En una semana muy volátil, el metal precioso no logró hacer pie luego de luchar mano a mano con los Bonos del Tesoro y su curva de rendimiento invertida que, además, parece anunciar una recesión próxima. La onza cayó a 1286 dólares para cerrar el viernes apenas por encima, pero manteniendo un tinte bajista del cual le costará recuperarse en las horas que siguen.
Este lunes, de todos modos, aparece como un día de movimientos más medidos. La ausencia de indicadores líderes podría limitar cualquier cambio de tendencia importante, teniendo en cuenta además que lo que viene es importante en términos de informes.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.
Adrián Aquaro
Trader College