BME está purgando dos cosas, una interna por su mala gestión como rector de mercado y otra externa por la aversión al riesgo que genera la RV no solo en España sino en Europa. Vamos que no es mal nuestro exclusivo.
Si la analizamos sin ajuste de dividendo vemos que el rumbo son los 22 euros en una vuelta bajista a mínimos del 2016 donde tiene una vieja clavicular convertida ya tras el throw back de la acción en línea polar. Pero lo que tenía que ser un cambio oficial de tendencia se ha convertido en el proyecto de una c mientras no se salga de su canalización bajista actual.
Si la analizamos con ajuste de dividendo la acción no parece estar tan tocada, pero si rompe soporte el objetivo por figura triangular la tiraría al mínimos del 2016 que serían los 18 euros. Volvería a la zona de 61,8% del 2016 y como no responda pues a la alcista principal del 2009. Cancela este escenario por lo menos respetando soporte zona 23.5 o rompiendo la bajista que trae de máximos del 2015.
Fuente: Bolsacanaria