Parecía lejos la fecha, pero llegó. No hay plazo que no se cumpla, y lo que hace dos años y medio parecía lejano, difuso, y casi una batalla épica, vaya uno a saber en contra de quien, por parte de los británicos, se convirtió en un lodazal de mezquindades, en una mezcla de políticos torpes, incompetentes, y ciegos a la voluntad de quien debe soportarlos, en muchos casos sin haberlos elegido, como es el caso de Theresa May.
Tal vez el error es de uno, que supone que un funcionario de alto nivel de Reino Unido debería guardar ciertas formas, exhibir un cierto grado de gravedad y formalidad en sus maneras, y que tendría una capacidad de análisis por encima de la media.
Pero cuando uno escucha a Theresa May, o al Sr. Corbyn, que más que pena da miedo, entiende por qué pasan las cosas que pasan. No sobran líderes en el mundo, y en Reino Unido directamente faltan, desde hace mucho tiempo.
De suerte que este histórico 29 de marzo de 2019, que iba a encontrar a los británicos librándose de la esclavitud que supone pertenecer a una comunidad de naciones de primer nivel, y a la que supuestamente le daba más de lo que recibía; un día en el que finalmente el orgullo británico quedaría puesto de manifiesto de la mejor manera, enarbolando la bandera bien alta… termina siendo un día de burdas discusiones por temas menores, pidiendo prórrogas sin fecha, marcando una frontera en Irlanda pero sin que se note que sea una frontera, pidiendo clemencia a los mismos que supuestamente abusaban de su capacidad y talento.
Era, para quien suscribe, imprescindible iniciar la columna de este día sobre el cual esta columna abundó mucho en los últimos dos años y medio, porque ello sirve para explicar, además del papelón diplomático y político británico, no acompañado por el pueblo, el comportamiento de la libra Esterlina, que se mueve sin análisis lógico posible, más allá de las tendencias de corto plazo que, a pesar de todo, se van formando.
Ver los gráficos de 4 horas del par GBP/USD solo confirma que el análisis técnico no falla; después de una severa caída, el jueves la libra estacionó en una línea de tendencia alcista tras lo cual asistimos a un tibio rebote, que podría acelerar con la publicación de una batería de datos en Reino Unido, que en otras horas podría generar movimientos más punzantes, como el PBI, balance de cuenta corriente, entre otros.
La votación de este viernes acercará a la calle, un paso más, a Theresa May, y extenderá la agonía de un drama como el Brexit, una salida circunstancial de David Cameron para calmar ánimos, que terminó siendo una pesadilla.
El resto del mercado asiste en silencio. El euro acompaña a la libra en sus desventuras, buscando nuevamente sus mínimos de 1.1175, donde el 61.8% del rally 1.0340/1.2555 le dio alivio momentáneo.
Eso sí; la caída del oro no quedará en el olvido, y los 38 dólares que perdió en pocos días anulan casi por completo los 44 que ganó en el mismo plazo. El metal luce sobre vendido, pero por ahora sin cambios de dirección. Una baja importante motivada en el rebote de los Bonos del Tesoro, que impulsó al dólar pese a que el PBI de Estados Unidos no dio buenos indicios a futuro.
Precisamente, la sesión del viernes, última del mes, ofrecerá una cantidad de datos (PMI de Chicago, gasto y consumo personal, revisión de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan), que si por sí solos no generan tendencia, al menos pueden acentuarla en conjunto.
Viernes 29 de marzo de 2019, la fecha esperada por todos, y que pasará como un día más, como siempre debió haber sido.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.
Adrián Aquaro
Trader College