Abengoa comunicó que ha llegado a un acuerdo junto a varios de sus acreedores con el objetivo de reestructurar su deuda financiera, que asciende a 5.656 millones de euros. La reestructuración, que es la segunda que firma el grupo en los últimos años, prevé una emisión de bonos convertibles por un importe nominal de 1.423 millones de euros.
La compañía prevé que a cierre de 2019 su Ebitda se situé en los 164 millones de euros, con un crecimiento del 80% al final de la década, para alcanzar los 295 millones de euros en 2028. En lo que se refiere a la cartera de contratos, prevé que ascienda a 1.767 millones de euros y crezca a lo largo de la próxima década hasta alcanzar los 4.309 millones de euros en 2028.
Abengoa no es uno de mis valores “favoritos”, personalmente prefiero otros más interesantes. Hoy me voy a centrar un poco más en el análisis técnico, para comentarles algunas cuestiones que se pueden apreciar en el gráfico.
Vemos la formación de un patrón triangular simétrico. En este tipo de patrones, el precio se va moviendo dentro del rango de unas líneas convergentes que conforman el triángulo. Por tanto, el precio se encuentra inmerso en un rango formado por dos directrices, una inferior y otra superior, la inferior es alcista y la superior es bajista. De esta manera, el precio evoluciona dentro de un rango convergente en el que los máximos son decrecientes y los mínimos son crecientes.
Como criterio de fiabilidad, se ha exigir que el precio se mueva dentro del triángulo simétrico hasta los dos tercios (desde el inicio del triángulo hasta su vértice). De manera que cuando el precio se haya movido esa distancia, es cuando suele comenzar a romper el triángulo en la dirección de la tendencia, actuando de esta forma como pauta de continuidad de la tendencia principal. Así pues, si la tendencia es alcista y el precio rompe el triángulo al alza tendremos confirmación de continuidad de la tendencia alcista. Por supuesto, aclarar que no es una ciencia infalible, es decir, que aunque sea un patrón continuista de la tendencia previa, si en este caso el precio rompiese el triángulo por abajo, quedaría anulado.
Por regla general, este patrón tiende a tardar en formarse entre uno y tres meses. En el caso de Abengoa, lleva dos meses en estos momentos.
Si el precio tiende a romper el triángulo por la parte del vértice, la fiabilidad del patrón se reduce bastante. El volumen durante la formación del triángulo suele reducirse a medida que el precio se va moviendo en un rango más estrecho de la figura acercándose al vértice. Si la rotura del precio es por arriba, superando la directriz superior, el volumen crece.
Para calcular la proyección o el primer objetivo del movimiento del precio cuando rompe el triángulo, hay que coger la distancia equivalente al ancho de la base (que es el inicio del triángulo), proyectando al alza o a la baja según se trate de una rotura por arriba o por abajo.
Otra cuestión que se aprecia en el gráfico es que tuvimos sobreventa el pasado mes de octubre, hecho que ayudó a formar un suelo de mercado desde donde comenzó a subir el precio. Respecto a sobrecompra, la última fue hace poquito, en enero, y desde ahí comenzó a caer.
Ismael de la Cruz
ismaeldelacruz.es
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